«Mi querido paraíso en las Highlands». Fueron las palabras con las que la tatarabuela de la actual Reina definió su vida en el castillo de Balmoral, pero bien podrían haber sido pronunciadas por Isabel II, puesto que sus vacaciones en el norte del país son ya una auténtica tradición. Allí, la Familia Real al completo se olvida de las obligaciones reales y disfrutan de hobbies como el montañismo, la caza, los picnics en el campo o los paseos a caballo. Para tales actividades, sus atuendos suelen estar plagados de tonos verdes y tierra en pantalones de pana, jerseys de lana, chaquetas Barbour o botas de montar, sin olvidar el conocido pañuelo a la cabeza que suele lucir la Reina. Un atuendo de campiña inglesa que la serie capta a la perfección en todos los capítulos que hablan de este retiro real.