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Grace Mirabella, antigua directora de 'Vogue'Instagram

Moda

Grace Mirabella, la directora de 'Vogue' que se preocupó por las mujeres trabajadoras

La ex directora de una de las cabeceras más importantes de la industria de la moda ha fallecido a los 91 años

Grace Mirabella, la editora jefa que dirigió el Vogue americano de 1971 a 1988, ha fallecido a los 91 años. Así lo anunciaban las redes sociales de la revista al transcender la noticia de la pérdida de una de las directoras de moda que más se ha preocupado por la mujer real, aquella que a diario lucha en una oficina por mantener su puesto de trabajo o una universitaria por cumplir su sueño profesional, todo esto sin renunciar a la elegancia, la modernidad y la comodidad.

Cuando Grace Mirabella llegó al mundo, sus padres, de ascendencia italiana y clase media, jamás se imaginaban que su hija acabaría convirtiéndose en una de las directoras de la revista más importante del mundo de la moda. Lo que sí tenían claro, y su madre siempre le inculcó, fue la importancia de ser una mujer independiente, trabajadora y que pudiera mantenerse económicamente. Un valor fundamental que llevó a rajatabla y que no solo se preocupó porque ella lo consiguiera, sino que, a través de la moda, creo el interés a las mujeres por valerse por sí mismas, exponiendo en cada número de la revista que no había nada más moderno y sofisticado que aquello.

En los suburbios de Maplewood, Nueva Jersey, se forjó su infancia. Se graduó en el Skidmore College, con una especialización en economía, y consiguió una plaza en el curso de capacitación ejecutiva de Macy's. Poco después trabajaría en el departamento de publicidad de Saks Fifth Avenue. En 1951 la revista Vogue le abrió sus puertas, comenzó en el departamento de mercadeo y tres años después arrancó su etapa en el equipo editorial. La modista romana Simonetta la contrató como jefa de publicidad y se marchó con ella a Italia durante tres años, regresaron a Estados Unidos y volvió a Vogue como directora adjunta en jefe con Diana Vreeland.

No fue una etapa fácil ya que Vreeland era una mujer muy exigente, pero Mirabella  decía que «puedes llevarte bien con alguien difícil si lo admiras. Y admiré a Diana Vreeland, por todo su estilo y su savoir-faire, en lo que hacía». Mirabella sucedió a Vreeland como editora en jefe en 1971 y permaneció en el cargo hasta 1988. Durante su etapa como directora su mayor interés era mostrar ropa cómoda con mujeres naturales para dar más sentido a la verdad en el mundo de la moda muchas veces considerado superficial. «Creo firmemente que la clave para vestirse bien, la clave para el estilo es que no tienes que reinventarte todos los días», decía.

Uno de los grandes objetivos de Mirabella al frente de Vogue fue ofrecer a las mujeres ser algo más que mujer florero, un nombre propio con una profesión detrás que les haga sentirse lo que actualmente llamamos ‘empoderadas’. «Yo no quería mostrar mujeres que no tenían otro mérito en sus nombres que sus nombres. Quería devolver Vogue a mujeres reales... Quería entregar Vogue a mujeres que eran periodistas, escritoras, actrices, artistas, dramaturgas y empresarias».

Entre las modelos que representaban a estas mujeres profesionales con estilos formales, pero cómodos estaban sus maniquíes favoritas Lisa Taylor, Patti Hansen, Roseanne Vela, Karen Graham y Lauren Hutton. Para Mirabella las mujeres de 1970 eran aquellas que «emiten un look un poco más relajado, más saludable y accesible. Tiene un cierto tipo de buen aspecto, que no está demasiado pulido». Odiaba los volantes y los atuendos incómodos que la década anterior eran pura tendencia y aunque se arriesgó con un cambio de línea de 180 grados consiguió triplicar la tirada vendiendo 1,2 millones de ejemplares, demostrando que la moda práctica y natural es mucho más interesante.

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