Sylvie de ‘Emily en París’ o cómo el estilo de las mujeres de 50 años vuelve a ser protagonista

El personaje de Sylvie Grateau, interpretada por la actriz Philippine Leroy-Beaulieu, ya fue admirado por sus impolutos estilismos en la primera temporada de Emily en París. Pero en esta segunda entrega, donde los looks de Emily Cooper han destacado por su extravagancia, Sylvie ha cautivado todas las miradas de los espectadores.

A pesar de que al principio este personaje parecía una incoherencia de tópicos franceses –por ejemplo, fumar a todas horas–, poco a poco este personaje ha ido ganando importancia gracias a su carácter maduro y su aire chic francés.

Es ahí donde recae el éxito de los looks de este personaje: en su madurez. Al contrario que los demás integrantes de la serie, Sylvie apuesta por clásicos que no pasan de moda y que se mantienen a lo largo del tiempo. Es el caso del bikini de top triangular que luce en Saint Tropez o sus conjuntos dos piezas para ir a la oficina.

Sabe que invertir en piezas básicas de fondo de armario es la clave para conseguir ese estilo francés tan elegante y sofisticado que conquista al mundo, sin caer en las tendencias pasajeras como los bucket hats o gorros de lluvia. Además, cabe destacar que sus conjuntos también reflejan la identidad del personaje y por ello, Sylvie lleva looks muy pulidos donde la forma es la protagonista, con escotes asimétricos y bajos con aperturas que dejan ver su lado más sexy.

La discriminación por edad en el mundo de la moda

También denominado como «edadismo», este fenómeno describe la discriminación que sufren las mujeres con el paso de los años. El tiempo no es atractivo para ciertas marcas y por ello, es tan necesario la inclusión de personajes como Sylvie, que llegan a nuestras pantallas para demostrarnos que no hace falta tener 20 años para ser un icono fashionista.

Y es que el personaje al que da vida Philippine Leroy-Beaulieu, como hemos mencionado antes, tiene más adeptos que la propia protagonista de la serie. Sus estilismos, que destacan por las líneas marcadas, los colores sólidos y el minimalismo, son pura inspiración. Por el contrario, los de Emily Cooper han generado cierto rechazo por parte de los fans a causa de su excentricidad, combinando estampados y abusando de los volúmenes.