En un evento sin precedentes, el Rey Carlos de Inglaterra ha aprovechado la visita de los más importantes dignatarios y jefes de Estado del mundo a Londres para organizar una recepción en Buckingham la noche previa a su funeral. Ellos han evitado llevar condecoraciones e insignias. Ellas han acudido sin ni siquiera tocados, menos unas pequeñas felpas negras en el caso de la Reina Silvia de Suecia y de Marie Chantal de Grecia. Nada de joyas ni coronas, ya que al fin y al cabo está la Reina Isabel aún expuesta en Westminster Hall hasta que hoy se celebre su misa de funeral en Westminster Abbey