La imagen de Chanel no destaca

Coco Chanel y Karl Lagerfeld han sido los pilares clave para el éxito de la casa de la rue Cambon. Ahora, cuando una nueva clase social emergente crece en países antes del segundo y del tercer mundo, parece que la mediocridad de los desfiles ideados por Virginie Viard no afecta a la cuenta de resultados global de la gran marca.

Desde que el káiser nos dejó en febrero de 2019, su sucesora, Virginie Viard, no parece insuflar brío en las colecciones. El último desfile, presentado esta mañana en París, consistía en chaquetones y tres cuartos en tweed algo deslabazados, combinados con shorts y con faldas de cuero con apariencia de plástico. Destacó algún vestido recto con bordados y encajes y dominó el blanco/negro como es habitual. ¿Habrá cambio en el timón de la casa parisina?

La realidad es que cuando una casa de modas trata de rejuvenecer o ampliar su mercado, suele contratar a un nuevo director creativo. Del mismo modo, cuando todo funciona, no se toca ninguna tecla. La cuestión es que el mercado naciente de una clase media alta en determinados países de Asia y América, quizás se conforma con la fortísima impronta dejada por Coco Chanel y Karl Lagerfeld y no necesita novedades.

En cualquier caso, la parte más potente de las ventas de Chanel la forman sus perfumes, maquillajes y accesorios, por lo que los vestidos y conjuntos no dejan de ser algo simbólico con crecimiento en ciertos países concretos. Anunciaban que el 2021 había sido récord de ventas a pesar de un primer semestre aún ensombrecido por el covid, con un crecimiento de casi el +50% de las ventas, algo lógico teniendo en cuenta que el año 2020 casi no cuenta para ninguna marca de alto nivel.

Pero la moda es muy cruel y bastan varios años de vacas flacas en cuestión de propuestas e imágenes para comenzar a devenir algo demodé. Teniendo en cuenta que las grandes casas corren a renovar su elenco de directores creativos, ¿seguirá Chanel en esta tónica átona de ofrecer refritos del pasado sin un allure particular?