Salir a la calle en pijama, la tendencia que llega a capitales europeas para horrorizar a tu madre
La comodidad que brinda el pijama solo la igualan los chandal y algunas prendas de deporte. Salir a la calle en ropa para dormir, algo que horrorizaría a cualquier madre, se ha convertido en trendy en redes sociales
Helena Bonham Carter nunca ha tenido reparo en salir de casa en pijama. Cientos de fotografías atestiguan esta dinámica de la aclamada actriz. Bueno, en defensa de la expareja de Tim Burton, en algunas ocasiones es difícil diferenciar si viste con ropa para dormir o es una decisión de vestuario fruto de su originalidad. El asunto es que la actriz ha sido criticada y alabada a partes iguales por esa conducta indumentaria. Ahora, salir a la calle en pijama se ha convertido en tendencia y hasta tiene su propio nombre en redes: NBN, siglas de Netflix-Baguette-Netflix.
Una corresponsal de la televisión vasca en París ha publicado en su perfil de Twitter una fotografía de la que parece una joven ataviada con ropa para dormir, orejeras y un gran abrigo por las calles de la capital francesa: «Cada vez veo más en París eso de salir en pijama a por el pan o a pequeños recados los fines de semana», explica Olatz Simón. Y desarrolla en otro mensaje: «Esta chica, tras pasear un rato, se ha sentado en una terraza a desayunar. Salir del portal-panaderia-volver al portal no ha sido».
Al margen de si la moda de bautizar cualquier conducta es absurda o no, salir en pijama a la calle es cómodo –cualidad a valorar dado que es inusual en el mundo de la moda– por mucho que las madres pongan el grito en el cielo si nos ven salir de casa «con esas pintas».
Pero también presenta algunos inconvenientes que fomentan las críticas: no es una moda muy higiénica. Pasear por la calle las prendas con las que te acuestas es una tendencia que muchos desaprueban: «Meterme en la cama después de pasear el pijama por la calle, en un bar o en la panadería de la esquina me parece de...(mejor me callo)», dice un tuitero en respuesta a la publicación de la corresponsal vasca.
Otros internautas relacionan esta moda con conductas rurales: «Lo que se hace en el pueblo de to la vida», responde uno. Y otros aportan sus pruebas de que esta tendencia es real: una fotografía de lo que parecen dos madres en pijama y bata en un parque infantil de París.
Algo normalizado en otros países
Aunque en España –dejando a un lado las fiestas de pijamas infantiles exportadas de EE.UU.– no es algo que se acostumbre a ver en las calles, en otras culturas como la norteamericana, el pijama no se relaciona única y exclusivamente con el tiempo de sueño. Por ejemplo, en muchos colegios celebran el llamado «pijama day» (día del pijama) en el que los alumnos acuden con la susodicha prenda al centro escolar para una jornada de películas y juegos. Incluso la familia Kardashian, epítome de las tendencias y la moda, también se ha dejado ver en público y en la calle en pijama en alguna ocasión.
Otros internautas explican que en algunos países asiáticos, salir a la calle en pijama, es señal de buen estatus social dado que transmite que ese día no se trabaja: síntoma de una situación económica desahogada que permite tener días libres.