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Retrato de Mathilde Bonaparte realizado por Edouard Louis Dubufe

Moda

El robo de las joyas de Mathilde Bonaparte

Esta pasada semana se han sustraído de un museo de Grenoble varias piezas de la princesa francesa

Un robo rocambolesco en un pueblo cercano a Grenoble ha despojado al museo local de varias piezas del histórico joyero de la princesa Mathilde Bonaparte, sobrina carnal de Napoleón, que había cedido las piezas tras su fallecimientos. Dos ladrones a la fuga se buscan en Francia.

El lote de varias piezas entre pendientes, broches, brazaletes y collares será difícil de revender, ya que las piezas serán fácilmente identificables y la noticia ha tenido mucho calado en el país vecino. Se estudia que pueda ser un robo por encargo o bien labor de ladrones poco conocedores del sector, pues el valor de las piezas es más histórico que otra cosa, ya que el total de las joyas robadas se ha tasado en unos 110.000 euros.

La alarma sonó sobre las 5 de la madrugada del día 22 de enero en el Museo Hébert de lsère. Cuando el personal del museo llegó, los ladrones salieron corriendo como en una película, pero sin ser alcanzados. Las investigaciones de la policía judicial en curso aún no han dado fruto. Aunque se pensaba que las joyas pertenecían al Museo de Orsay, finalmente son parte cedida temporalmente de la colección de la Fondation de France.

El total de las joyas robadas se ha tasado en unos 110.000 euros

La princesa Mathilde Bonaparte había nacido en 1820, hija como hemos dicho de Jérôme Bonaparte, hermano pequeño de Napoleón, y la princesa Catherine, hija del rey Frédéric I de Wurtemberg. Tras casarse con Anatole Demidoff, al que convirtieron en príncipe de San Donato, vivió años de duro matrimonio durante el cual sufrió malos tratos aparentemente. Cuando dejó a Demidoff y se marchó a París tuvo un romance con el conde Émilien de Niewerkerke, el poeta Claudius Popelin e instaló en su palacete del número 20 de la rue de Berri un salón literario al que acudían los hermanos Goncourt, Marcel Proust y Gustave Flaubert.

Al haber sido novia de su primo Napoleón III durante la juventud, cuando este llego al trono soltero (antes de contraer matrimonio con la granadina Eugenia de Montijo), su prima/exnovia Mathilde hizo a menudo las veces de primera dama de Francia. Mathilde Bonaparte solía decir de su tío: «Si no es por Napoleón, estaría vendiendo naranjas por las calles de Ajaccio», ya que el Emperador de Francia situó magníficamente a toda su familia, una estirpe que inicialmente contaba con pocos recursos económicos.

Muchas de las piezas se encargaron en la famosa joyería Mellerio, la más antigua del mundo

Mathilde Bonaparte murió en 1904 a los 83 años de edad en su casa de rue de Berri y fue enterrada en la parroquia de Saint-Gratien, en Val-d’Oise, una iglesia de la que ella misma se había ocupado reconstruir. Su colección de joyas se dice que fue impresionante. Destacaban anillos de las piedras más impresionantes, collares, broches y diademas. Fue famoso un anillo con un diamante rosa de 8.72 quilates que se vendió hace años en una subasta de Sotheby’s en Ginebra, aunque no se conoce el comprador. Su colección de perlas y diamantes era casi comparable a la de la emperatriz Eugenia de Montijo. Muchas piezas se habían encargado en la famosa joyería Mellerio, la más antigua del mundo y la primera en llegar a la Place Vendôme. Algunas de ellas han desaparecido en este extraño robo del museo de un pequeño pueblo.