Las polémicas colas del armiño de Carlos de Inglaterra
Todos los ecológicos han puesto el grito en el cielo al ver a Carlos de Inglaterra con una capa de armiños. Lo que no saben es que, además de ser un animal europeo que no entra dentro de las especies endémicas, la capa se elaboró hace más de un siglo como herramienta muy royal de los emperadores y reyes de otra época, que aún sigue siendo un básico de los reyes.
Jorge IV, Jorge V, Jorge VI (abuelo de Carlos III de Inglaterra) e Isabel II, su madre, llevaron la misma capa en sus coronaciones. Por tanto se trata de una pieza «reciclada» y adaptada, nada nuevo criticable por los ecolos. Es triste que algunos sacerdotes de provincias aún se metan con las feligresas que acuden con abrigos de pieles en invierno, piezas heredadas en muchos casos de otras generaciones.
La nutria muerta, muerta está. Los armiños son pequeñas nutrias de origen europeo que no están en extinción. En algunos momentos del año marrones y en otros blancos con la colita negra, se convirtieron hace cientos de años en pieza sofisticada para capas y vestidos, como hoy podrían ser los visones. Utilizados por los Reyes Católicos, Isabel I de Inglaterra, Luís XIV de Francia y Napoleón, las capas de armiño han sido atuendo de Reyes.
Con la austeridad ecológica del Rey Carlos de Inglaterra, no esperaban algunos súbditos que apareciera con su Colobium Sidonis con la misma capa de su tatarabuelo. Pues si, lo que durante siglos adornó a Papas, Reyes y nobles, se convirtió en un símbolo del absolutismo que luego han utilizado desde Fabiola de Bélgica, hasta la orden de la Jarretera o Benedicto XVI.
El armiño es una especie de pequeña nutria que se abastece de roedores. Su cola negra la ha hecho distinguirse del resto de los animales de su especie. La Mustela erminea es carnívora y habita los bosques de Europa, siendo en contra de lo que parece, una de las 100 especies más dañinas e invasoras del mundo.
Es por ello que el hecho de que el manto real de Carlos de Inglaterra, hecho de terciopelo, oro y armiño, no tiene tanta importancia ecológica. Para la zona de la capa, se utilizaron unos 40 armiños con sus respectivas colitas negras, algo que en las coronas y en otros tronos se ha hecho a base de zonas quemadas en negro. Su atuendo, tradicional, tiene más de un siglo. Viviendo en el mundo de las tradiciones, como ellos desean, no hay nada más ecológico que llevar prendas de los tatarabuelos, hechas con animalitos que murieron allá por el siglo XIX. Cosas de la historia.