Cinco manías y estilismos de Carlos de Inglaterra

Entrenado en la moda y la etiqueta por su tío Lord Mountbatten, ha escogido diferenciarse de su padre. Carlos de Inglaterra, tantas veces denominado el hombre más elegante del mundo, es maniático y constante en sus hábitos y con su guardarropa. Comenzó de muy joven a aficionarse a la sastrería influido por su tío Lord Mountbatten, quien cada vez que se iba a la India llevaba más baúles de ropa que la Piquer y que Edwina, su propia esposa. Veamos cuales son los 5 estilismos clave que se identifican con Carlos de Inglaterra.

Trajes cruzados

Al igual que el fallecido duque de Edimburgo, su padre, escogía chaquetas cruzadas de joven y se pasó a los trajes de botonadura simple, mucho más favorecedores, Carlos de Inglaterra tiene una absoluta preferencia por los trajes cruzados, que le otorgan una apariencia más cuadrada y menos sensación de altura. Quizás su ancho de cadera y su estrechez de hombros le fomenta crear una figura amplia en el medio superior de su cuerpo.

Trajes claros

Atrevidos y bien combinados, a Carlos de Inglaterra le encantan los trajes claros. El elegante beige y - sobre todo y más sorprendente- los trajes en gris claro, que ni le favorecen en exceso ni siempre son muy actuales. Pero está claro que son su «sello» durante el día.

Trajes diplomáticos

El uso de los elegantes trajes de rayas al estilo diplomático ya sea en lana o en tejidos ligeros en verano es otra de sus características más habituales. Elegantes, favorecedores y siempre bien combinados con camisas y pañuelos, son su punto fuerte, su estilismo ganador.

Abrigos marrones

No tan favorecedores como los abrigos azul marino, gris oscuro o verdes, los abrigos marrón claro (color m.d.g para el que quiera entenderlo…) no combinan con todo tan bien, pero sí se funden con los paisajes campestres. Quizás ha preferido seguir utilizándolos como seña de identidad, para que se le vea desde lejos en grandes grupos. Nada favorecedor.

Zapatos de cordones

Reparados, bruñidos, retocados, viejos pero impecables, Carlos de Inglaterra siempre lleva sus John Lobb hechos a medida; en ocasiones algunos pares los lleva utilizando más de 50 años.