Moda
Marc Bohan, adiós a la ´Grande Classe´
El histórico responsable de la casa Dior fue un amigo muy cercano a los Grimaldi
Mucho le debe la actual casa Dior al maestro Bohan. Marc Bohan aportó a la maison parisina una imagen de «falsa» simplicidad, de rigor y elegancia, recuperando a menudo básico de Monsieur Dior y en otras ocasiones estilismos de los felices 20. Ahora que nos ha dejado Bohan, repasamos su trayectoria.
Tras la muerte de Monsieur Dior en 1957, se respetó inicialmente su elección de sucesor, Yves Saint Laurent, un jovencito venido de Orán en el que confiaba el maestro; pero pronto, el socio de Dior, Marcel Boussac, se convirtió en mayoritario y estimó que Saint Laurent era muy díscolo y tenía ideas propias. No se confundía, afortunadamente para la moda. Al despedirle con varias argucias y forzando a Yves a entrar en las milicias, le sustituyeron por un hombre opuesto a él, el discretísimo y elegante Marc Bohan.
Marc Bohan, sencillo, discreto y elegante, nació en 1926 en París, por lo que ha muerto con 97 años. De niño, comenzó en la moda como tantos otros creadores clave, a través de su madre. Y también, como tantos otros diseñadores históricos, porque ella trabajaba como sombrerera, igual que Coco Chanel en sus inicios. Vivió en Sceaux, una zona de clase media tranquila, no muy lejos de Versalles, desde donde pasó a la casa Robert Piguet en prácticas el año del final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945. Tras 4 años allí, entró en las filas de Eduard Molyneux y Medeleine de Rauch, casas que ahora carecen de importancia pero que en su día fueron estelares.
En 1953, Bohan abrió su propia marca y presentó una primera colección, pero inmediatamente fue reclamado por Jean Patou para unirse a su equipo de alta costura. Marc era tan correcto, tan perfeccionista y tan estiloso en sus colecciones que siempre le reclamaron de otras casas, siendo esto una «trampa» que no le dejó tiempo para construir su propia maison, aunque yo diría que quizás ese rol de trabajar en marca ajena, de algún modo le iba bien. No buscaba notoriedad ni disfrutaba de ínfulas.
En 1958, tras la muerte de Christian Dior, en la casa le integraron en el equipo de Londres, donde habían vendido mucho por la repercusión del apoyo de la princesa Margarita, los desfiles en Blenheim Palace y la necesidad de buenos costureros locales. Con Bohan a cargo, se consiguió un pistoletazo de salida: Elizabeth Taylor recogió su primer Oscar con un vestido creación suya. Y esto le abrió la puerta de Hollywood, la puerta del mundo. Más tarde, se convirtió en el director creativo oficial de la casa Dior a nivel global.
Grace Kelly, que se había vestido de novia con Helen Rose, modista de los estudios de Hollywood que adaptaba diseños de París, había contado anteriormente con el asesoramiento del noble y modisto Oleg Cassini, que se dice que fue más que su asesor y más que asesor de Jacqueline Kennedy años después. Al conocer a Marc Bohan, Grace Kelly se sintió acompañada de un personaje similar a Oleg: elegante y masculino, no en vano Bohan se casó dos veces, dos veces enviudó y tuvo una hija de su segundo matrimonio. Grace debió pensar que nada como no tener que aguantar a la bruja de Coco Chanel ni a la loca de la Schiaparelli. Esta alianza le consolidó como creador de éxito mundial, sin ruidos ni alharacas, pero definiendo bien ese estilo francés irresistible que ahora se ha perdido en parte, ya que contaba con la modelo más envidiable: la princesa Gracia de Mónaco.
Christian Dior había vestido personalmente a Grace Kelly para su baile de compromiso y su primer retrato oficial, pero no tuvo tiempo de más, ya que murió en 1957 y la princesa llegó a Mónaco en 1956. Bohan se puso a disposición de Grace, creándole una impresionante colección de turbantes y sombreros, para los que contaba con la inspiración de sus inicios, así como un elenco interminable de preciosos vestidos y abrigos, una serie de prendas que se expusieron en diversos museos en 2019. Muchos de estos diseños de la época Bohan, se reprodujeron para la película sobre Gracia de Mónaco protagonizada por Nicole Kidmam. Entre medias, Bohan vistió a Carolina de Mónaco, incluso para su primera boda, porque se hizo amigo y fiel acompañante de la princesa, así como de la propia Estefanía de Mónaco.
Tanto Silvia Sommerlath para su boda con el Rey Carlos Gustavo de Suecia como Farah Diba para la suya con el Sha de Persia, escogieron a Bohan para sus vestidos. Sofía Loren, las hermanas Mitford, la princesa Marina de Grecia, Josephine Baker, Marlente Dietrich, la Baccall y la alta sociedad de la costa Este de los Estados Unidos se rindieron a la elegancia intemporal del Dior de Bohan.
Pero en los 80 murió Gracia de Mónaco y al final de la década, cuando el grupo LVMH compró Dior en 1989, a Bohan le despidieron, enterándose el creador por la prensa. Todo un detalle tras décadas de servicio. Así son las empresas. Así es la vida. Al sustituirle por Gianfranco Ferrè, genial pero en su estilo, hicieron desaparecer la fabulosa reputación de la casa, perdiendo su identidad y su clientela hasta que años después se contrató a John Galliano para reemplazar a Ferrè tras su muerte.
Pero esa es otra historia. Bohan se convirtió entonces en director creativo de la casa británica Hartnell, proveedora de la Reina de Inglaterra y se mudó a una mansión en la campiña británica, quizás para no ver ni oír el rumor de esas semanas de la moda parisinas de las que ya no quería ser parte. Que descanse en paz este hombre elegante y discreto, trabajador incansable y creador tantas veces ninguneado por aquellos que hacen más ruido.