Las arriesgadas decisiones de la Reina Letizia en su protocolo de esmeraldas

Este martes, durante su visita oficial a Dinamarca, la Reina Letizia escogió el verde durante el día. Un vestido favorecedor de la marca española Dándara, de 79,99 euros. Un color favorecedor y a la moda, con un escote y un largo correctísimos. Pero llamaron la atención sus pendientes largos de brillantes y esmeraldas, que no en todos los países se adaptan al protocolo matutino. Veamos.

La Reina ha defendido y presentado la moda española con su vestido de Dándara en verde, un color que le favorece. Con zapatos crudos de Lodi, lo acompañó de un poco agraciado bolso de pvc de Furla que imita con poco resultado a la colección de Gucci Flora que la casa florentina hizo a partir de un foulard diseñado para Grace Kelly.

El verde también lo llevó en sus pendientes, de brillantes y esmeraldas, una elección muy sofisticada para una visita de día de dos piezas preciosas del joyero de Doña Sofía. Pero los brillantes, e incluso las esmeraldas, son más bien para la tarde y la noche. En la familia Real británica siguen a rajatabla esta norma que ha pasado a través de los siglos.

La Reina Isabel II siempre pidió a la princesa Diana, a la princesa Ana, a Sarah Ferguson, a Kate Middleton, a sus nietas y a la díscola Markle que se abstuvieran de llevar brillantes, rubíes o esmeraldas durante el día, indicándoles que escogiesen para esas horas perlas, piezas doradas o aros. Reservaba la Reina Isabel el uso de zafiros para el día en anillos de compromiso y similares, tal y como llevaba la princesa Diana.

Durante la noche, en cambio, la Reina Isabel II y su familia hacían buena gala de su impresionante joyero, tan cuajado de rubíes, como de esmeraldas gigantescas, brillantes y el famoso Koh-i-Noor, uno de los diamantes más grandes del mundo, con una polémica historia por la cual lo reclaman desde varios países. Doña Letizia se ha atrevido a mezclar con su vestido verde unas joyas preciosas y bien combinadas, si bien los diamantes y las esmeraldas no son tanto para el día.

Por la noche, la reina escogió un vestido negro de lentejuelas de la marca danesa Rotate, favorecedor, con un escote muy pronunciado y acompañado de los dos brillantes enormes, los chatones de mayor tamaño que Victoria Eugenia separó de su gran collar para utilizar como pendientes. La reina ha acudido con un abrigo negro que más tarde ha retirado de sus hombros luciendo un vestido sin mangas quizás más adecuado para otra época del año y otro país. Con unos elegantes zapatos de Manolo Blahnik y un peinado y maquillaje espectaculares, Doña Letizia destacó por su belleza.

Esta mañana, en su último día en visita oficial en Dinamarca, Doña Letizia ha escogido un elegantísimo vestido blanco plisado de Ralph Lauren bajo la rodilla, pendientes de aros dorados, bolso de mano de Narciso Rodríguez para Zara e impecables zapatos de salón de Prada. El abrigo rosa chicle de C. Herrera, lo menos apetecible del espectacular viaje oficial a Copenhague.