Casualidad o no, la joya de la corona es la falda negra de Carolina Herrera, de corte tubo y falda midi, con flores bordadas en rojo, blanco y azul. Su primera aparición fue en noviembre de 2019 para un acto en Sevilla y la repitió en 2020 en distintas audiencias. En su día se desconocía a quién pertenecía su diseño, hasta que días después de ponérsela por primera vez se atribuyó a su creadora.