El 'glamour' burdeos de Claro Couture

Fernando y Beatriz Claro han quedado satisfechos de su sofisticada colección, bien recibida porque se nota que llevan haciendo costura y novias 40 años. Abusando con extremado acierto del color burdeos que todos han sacado pero que nadie ha dominado tan bien, han conseguido que los abrigos y vestidos sean espectaculares.

Retomando siluetas con volúmenes circulares difíciles, a veces recordando a las prendas redondas de Sybilla con un tafetán aplicado a los abrigos tipo plumas, han sabido vestir a la mujer con su buen hacer y poca mezcla de colores, que es lo que este lujo silencioso, que no durará para siempre, impone. Sus flecos, sus rojos y tonos más tenues han confirmado que con los colores y detalles menos habituales se puede conseguir algo favorecedor.

Las boas rosadas, los chalequillos desestructurados, las medias rojas y el brillo de las paillettes en los vestidos de noche, se combinaron con plumas aplicadas en distintas piezas en el mismo color. Los atuendos con medias y monos burdeos han sido sorprendentemente elegantes, mostrado con sombreros de ala ancha de Vivas Carrión, también sevillanos, zapatos del mismo color y chaquetas de hombreras oversize. Los mini cancanes sobrepuestos y las mangas de exagerados frunces se han alternado con looks de transparencias y cut-outs en la cintura en lycra, en los que mostraba una semidesnudez de influencias de la antigua Grecia.

Siluetas rectas, cancanes inesperados, escotes asimétricos y escotes de barco, repetidos en todos los desfiles, se han unido para crear una colección un tanto erótica pero tapada. Unos años 40 con influencias de vampirescas. Águeda López, la modelo y mujer de Luís Fonsi, el cantante estaba presente, ha desfilado con las prendas clave. Original, atrevida, difícil de llevar a cabo y estelar en su línea, acompañados al sonido por Edith Piaf.