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Virgen de la Caridad, de la Hermandad del Baratillo, durante la Semana Santa en SevillaGTRES

Cómo preparan la Semana Santa los mejores artesanos de Sevilla

La capital andaluza esconde un patrimonio oculto de talleres centenarios de bordadores de oro, orfebres, cereros e imagineros que estos días trabajan sin cesar para tener a punto las procesiones de Pascua más célebres del mundo

Sin el trabajo callado de bordadores, imagineros, restauradores, tallistas, cereros y otros artesanos, la semana Santa de Sevilla no sería la más importante del mundo. El origen de los primeros talleres del arte sacro de la capital andaluza se remonta seis siglos atrás. 600 años de una callada y prácticamente desconocida labor sobre la que el siglo XXI, paradójicamente, está vertiendo luz en forma de reconocimiento público más que merecido. El trabajo artesanal en la era de los bites, algoritmos e inteligencia artificial parece tener más valor que nunca. Y como pasa en tantas ocasiones, esta salida de las tinieblas se produjo gracias a alguien llegado de otro país. Fue la mano de una de las mujeres más poderosas del mundo del lujo y la moda, María Grazia Chiuri, directora creativa de Dior, quien puso en estos talleres artesanos su foco y los llevó a las mejores revistas de moda de medio mundo. Contó en ellas su recorrido por las hermandades y los talleres artesanos de Sevilla en los que encontró inspiración mientras preparaba la Colección Crucero 2023, presentada con tanta repercusión mundial en la Plaza de España. Chiuri calificó las visitas a hermandades y talleres como «un viaje por el descubrimiento y la reflexión» y defendió el trabajo de estos talleres como el valioso aporte de «un gremio imprescindible sin el que las tradiciones se quedarían en papel mojado».

Bordados

El siguiente espaldarazo vino de manos del Ayuntamiento de Sevilla, con el anunció de la inminente apertura de un Museo del Arte Sacro en el Castillo de San Jorge. Y finalmente, hace tan solo dos meses, la Asociación Gremial de Arte Sacro de Sevilla recibió la Medalla de Oro de las Bellas Artes. En el taller de su presidente, Francisco Carrera Iglesias, más conocido como Paquili, son días de repasar mantos de vírgenes, dar alguna que otra puntada con hilo de oro y plata tal y como se hacía hace quinientos años, a mano y sobre bastidores de madera. El taller, semi escondido en una pequeña calle del centro de Sevilla es un lugar mágico del que han salido faldones, insignias, mantos, palios, ropajes litúrgicos simpecados y estandartes por encargo de cofradías sevillanas y de iglesias todos los continentes, entre otros, el ajuar cofradero de la Virgen del Pilar. Y no solo arte sacro. Del taller han salido memorables piezas para Loewe, Del Pozo, vestidos de novia y hasta los trabajos que adornan el palco real de Teatro Real de Madrid. «Llegué a este oficio por devoción», explica a El Debate, Paquili, «yo era de una hermandad muy pobre, y quería que la virgen tenía ropa bordada, pero no teníamos dinero». La devoción sigue siendo un ingrediente importante de quienes, como ellos mismos dicen, «prefieren trabajar para Dios que para Dior», y no cambian contribuir a la belleza e idiosincrasia de la Semana Santa sevillana por una pasarela parisina.

Cordonería

Son también días de ajetreo para dos para dos establecimientos centenarios de la capital hispalense situados en la céntrica calle Francos: Casa Rodríguez y Cordonería Alba. En la primera también se trabaja con hilos de oro, principalmente haciendo los flecos de los pasos de palio. Sobre el mostrador de madera hay una balanza de pequeñas pesas tan antigua como el establecimiento donde se colocan los hilos de oro o plata y las lentejuelas que se venden al peso. Justo en la acera de enfrente, en la Cordonería Alba, se realizan los cíngulos de los Cristos que más devoción despiertan en Sevilla, como el del Gran Poder o el de Los Gitanos. De su trabajo artesanal da cuenta la curiosa máquina de madera envejecida por el paso del tiempo sita junto a la entrada, una máquina que se utiliza para técnicas como el espigado, del siglo XVII. Aunque la mayor parte de los encargos los reciben de las cofradías, justo en esta época del año, también ha recibido encargos, entre otros, de la Casa Real Británica, para quien realizó varios juegos de bordaje para sus caballos.

Talleres Seco Sevilla

Con la pandemia y la ausencia de procesiones, algunos negocios se vieron obligados a cerrar sus puertas o a llevar a mínimos su producción, y también a buscar nuevos clientes más allá del mundo cofrade. Orfebres Seco es una de fraguas más antiguas de Europa en funcionamiento. Fundada en 1860, especializados en el barroco sevillano, entre sus trabajos con metales preciosos destacan las urnas relicario de la catedral de Panamá o una cruz de plata para la Hermandad de la Expiración de Málaga. Trabajan para más de un centenar de cofradías e iglesias de toda España, y de un tiempo a esta parte también colaboran con estudios de decoración. Uno de sus últimos trabajos más célebres es el hotel Vermelho (Melides, Portugal), propiedad del célebre diseñador de zapatos Christian Louboutin.

Los días previos a la Semana Santa son «de locura» en la Antigua Cerería el Salvador, fundada en 1845, y con un pequeño establecimiento en la plaza del mismo nombre, uno de los comercios con más personalidad de Sevilla. Hacen velas para la Catedral de la ciudad y para la mayoría de las hermandades. Son días de frenesí, «pero no hay mejor recompensa para el sobre esfuerzo de estas últimas semanas que contemplar las procesiones».