Victoria Starmer, una primera dama con estilo
La recién llegada al 10 de Downing Street maneja un guardarropa discreto que resulta
Se denomina primera dama principalmente a la esposa del presidente de una nación sin monarquía, pero también puede utilizarse la palabra para quien es la pareja oficial de un jefe de Gobierno que no es jefe del Estado, como en el caso de las monarquías parlamentarias. Victoria Starmer es, desde ayer, la flamante pero discreta primera dama para los británicos. Repasamos las claves de su modus operandi y su estilo.
Desconocida hasta hace unos días para el gran público, Lady Victoria Starmer es lady pues su marido, el nuevo premier británico, Keir Starmer, posee el título de Sir. Keir, un nombre de origen irlandés que significa «negro», ha contado en su campaña con el discreto apoyo de Victoria, una mujer menos brillante física y empresarialmente que Carrie Johnson o que la excepcional Akshata Murty. Pero Lady Victoria lleva codeándose con los políticos y aristócratas de muchos países hace años. Es conocido que incluso compartieron hace años cena y copas con Amal y George Clooney. Está entrenada en el mundo social, sin dárselas en ningún momento de estrella ni de relaciones públicas.
El día de entrada de la sra. Starmer en Downing Street del brazo del premier, ha escogido el color rojo, muy cercano al partido laborista de su marido. Para su llegada al nuevo hogar ayer se decidió por un vestido de ME + EM de unos 300 euros, una marca británica que otras royals ya utilizan. Lo acompañó de unos zapatos destalonados en tono plata que ha llevado en otras ocasiones. Mientras, la exprimera dama, Murty, escogió para salir del mismo lugar un par de horas antes un vestido de rayas azules y rojas, muy en consonancia con su país de adopción.
En cualquier caso, Victoria Starmer, siempre de perfil bajo, ha privilegiado en los últimos años los vestidos sencillos por debajo de la rodilla en tonos rojos. Sabe que le favorece el color y que es visible y asertivo. La discreta 'Vic', como sus más cercanos la conocen, es una abogada inteligente que conoció a su marido colaborando de cara a un juicio complicado. Divertida y activa, tiene dos hijos adolescentes, una de 16 años y otro de 13. Su sencillo color de cabello y corte de pelo de Victoria, van en consonancia con su elección de accesorios y de maquillaje. Destacan únicamente sus finísimas cejas hiper depiladas como si de un hilo se tratase, que no obstante le favorecen.
Con 52 años y descendiente de judíos polacos, ha decidido educar a sus hijos en su religión familiar. Es por ello que Starmer, su marido, ha perseguido el antisemitismo en su partido y defendido la posición de Israel en los ataques de vuelta a Gaza. Esto traerá a buen seguro ciertas dificultades políticas a la pareja, ya que ella fue incluso voluntaria laborista en la campaña de Tony Blair hace 27 años.
En las galas de noche, Lady Starmer escoge preciosos vestidos sencillos y rectos, en plata o rojo, con los que luce palmito sin pasarse de sexy ni de mojigata. Sabe encontrar un punto medio para no llamar la atención por su atuendo, todo un acierto para quien prefiere no molestar y dar importancia al mensaje. Privilegia moda británica, no siempre la mejor del mundo, combinándola con piezas de marcas francesas, principalmente.
Victoria Starmer es, como muchos británicos, aficionada a las carreras de caballos y a la gastronomía. Le gusta cocinar y comer bien, sin pretensiones, no obstante. Todo muy inglés para una nieta de polacos. Pero «Lady Vic» sabe encontrar ese punto medio de una elegancia discreta contundente, algo que no es la norma entre las nativas británicas, cuyas dotes de estilismo suelen ponerse en cuestión habitualmente. La moda británica tiene, desde ayer, otra excelente embajadora.