El último traje que diseñó Balenciaga es para la boda de nieta de Franco, Carmen Martínez-Bordiú, y Alfonso de Borbón y Dampierre, el 3 de agosto de 1972. El modista aceptó el encargo cuatro años después de retirarse, cuando estaba instalado en Jávea. Para su elaboración se utilizaron, según la prensa social del momento, veinte carretes de hilo de plata, más de 10.000 perlas, 2.5000 brillantes pequeños, 2.200 medianos y 1.700 grandes, además de nácar y cristal. En la foto, los recién casados con Carmen Franco y Cristóbal Martínez-Bordiú.