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Tendremos alimentos elaborados en laboratorio como sustitutos de nuestra rica dieta ancestral

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Los cinco puntos más peligrosos de la ideologizada Agenda 2030

Un panorama inquietante, histórico y asombroso: la humanidad destruyéndose a sí misma

La vida gira en torno al alimento. Es una obviedad, pero no una simpleza. Y en torno a la producción de alimentos, que son la base vital humana, seguimos girando, miles de años después de haber aprendido a producirlos.

Como esto es evidente para todos, hay alguien que ha decidido manipular nuestra base vital con el fin de manipular igualmente a Occidente. Aquí nada es casual, todo está perfectamente planificado, es una orquesta sinfónica dispuesta a la destrucción de una forma de vida y de supervivencia.

Y si no, fíjense en las siguientes cuestiones, que son las que están atacando, no sólo en España, también en Europa, mientras los grandes magnates adquieren campos de cultivo de forma extensiva, como es el caso de Bill Gates. O dedican su dinero a financiar la producción artificial de sustancias o derivados del saltamontes o el grillo. Para que la población las adquiera y se enriquezca. Entonces tendremos necesidad de más medicamentos.

Así que la estrategia la podemos observar como una estrategia coordinada y efectiva en los siguientes campos. Todo ello para cumplir con una peligrosa e ideologizada Agenda 2030 que están imponiendo a toda marcha:

1. El agua

Ante la falta de lluvias, ¿No es posible gestionar mejor los recursos, embalsando y no perdiendo capacidad? Sin embargo, se produce una importante destrucción de presas no solo en España, en toda Europa. Que suponen además una fuente de energía limpia y renovable.

2. La pesca

La flota comunitaria estuvo suspendida entre julio de 2018 y julio de 2019. De nuevo, la suspensión puede venir en pocas semanas, en espera de que negocie el acuerdo pesquero con Marruecos. De esa flota de 138 licencias, 92 son españolas.

3. La producción agrícola

Según el BOE 113 de 12 de mayo de 2023, se modifica una ley de 2014 primando el abandono, el arranque y la destrucción de plantaciones. En especial de aquellas que conforman nuestro patrimonio histórico: la viña, las plataneras, la producción lechera, las peras, melocotones, nectarinas, manzanas, remolacha azucarera y caña de azúcar.

Esto se complementa con la creación de parques naturales cuyo estado final es de semi abandono, con tierras carentes de producción y focos potenciales de incendios. ¿Y la producción que se pretende destruir, con qué y cómo la sustituirán? Y contemos con que, a menor producción, inferior empleo, y mayor necesidad prestaciones sociales para mitigar la penuria económica de los afectados. Con menos impuestos a recaudar, y aumento de la carestía de la cesta de la compra.

4. La cabaña ganadera

Herida y muy perjudicada en toda Europa. Es preocupante el ejemplo de Irlanda, donde se están sacrificando 65.000 vacas por año. La ganadería en España disminuye por el elevado número de explotaciones que cierran al no poder asumir los costes. Esto provoca un aumento de los precios de carne y leche y sus derivados, sector igualmente perjudicado, lo que afecta también al estado sanitario de la población, derivando en deterioro malnutrición, en lo que representa un ataque directo al bienestar de todos los españoles ¿No se pueden compensar los gases con la plantación masiva de árboles? La naturaleza ya había desarrollado este mecanismo.

5. Deterioro del mundo rural

Provocado por el desempleo, el abandono de explotaciones y la desidia de las políticas de la UE. El campo no es una naturaleza idílica y novelada. Es la realidad, productiva, que se deshace y cuya destrucción nos hará pagar un elevado precio a perpetuidad.

Todo esto está provocando un peso tributario imposible de mantener por la población, o sea, ustedes y yo misma. Paralelamente, los precios de los alimentos corrientes suben hasta lo imposible. Si esta planificación continúa gestionándose de esta forma, los precios seguirán subiendo, sencillamente porque la producción será insuficiente para satisfacer la demanda. Y entonces ¿qué vamos a comer? Y ¿cómo lo vamos a hacer?

En parte, ya se ha elaborado esa mefistofélica estrategia: que esta población se abastezca con insectos, que beban leche artificial y consuman carnes creadas en el laboratorio. Que, por cierto, de esta última se va a construir pronto una planta en San Sebastián, financiada por capital brasileño. Así que tendremos alimentos elaborados en laboratorio como sustitutos de nuestra rica dieta ancestral. Suena bien, ¿verdad?

Un panorama inquietante, histórico y asombroso: la humanidad destruyéndose a sí misma. No es la primera vez que ocurre, pero jamás había sucedido así. Creando intencionadamente escasez por la mano del hombre: el político, el burócrata y cuántos intervienen desde los cómodos despachos de la UE, al dictado de la muy comunista y fracasada economía planificada.