El Ñeru: vivir Asturias en Madrid

Asturias es una tierra muy hermosa y atractiva. Hablar de Asturias es hablar de un paisaje único, de una historia fecunda, de unas tradiciones muy arraigadas, de una gente amable y divertida y de una gastronomía potente y sabrosa. Me gusta viajar a tierras asturianas de cuando en cuando para visitar a mis queridos amigos Manfredo Álvarez y Esther, una pareja que sabe vivir la vida a tope y con la que disfrutamos de la gastronomía increíble de Gijón, ciudad de la belleza y del buen comer. Y cuando necesitamos una inyección de asturianía, nos vamos a alguno de los restaurantes asturianos de Madrid, donde se come de lujo y se saborean los mejores platos de esta tierra como si estuvieras en el mismísimo Principado. 

Madrid es una ciudad abierta a las cocinas de España y del mundo y no podían faltar en esta completa geografía de sabores los platos que definen y personalizan la más pura cocina asturiana. Recuerdo con especial cariño El Garabatu de la calle Echegaray, un restaurante humilde y ejemplar en el que compartía «fabes como almohades» con mi queridísimo Danny Daniel, gran cantante y compositor y asturiano de los que quedan pocos. 

El Garabatu desapareció hace unos años, pero Asturias sigue presente en Madrid y los restaurantes asturianos siguen gozando de un gran predicamento entre los expertos en gastronomía y, sobre todo, entre el público madrileño, que llena a diario estos templos del buen comer.

Uno de mis favoritos está en la calle Bordadores, en el Madrid más puro y castizo. Me lo descubrió mi hermano Fernando Castaño en una de nuestras juergas navideñas. Se llama El Ñeru y conserva todo el sabor y el ambiente de Asturias en su decoración y en su carta. Tiene, sobre todo, un personal increíblemente amable y simpático que garantiza alegría y buen ambiente a todas horas. Entrar en El Ñeru es entrar en Asturias con todas las consecuencias. Todo sabe a comida de verdad. Puedes empezar con un Adobu, picadillo marca de la casa, o con unos pinchos del mejor queso Cabrales de Madrid.

Luego, no pueden faltar las fabes con almejas o la clásica fabada, ambos platos los bordan en esta casa y presumen de ello con razón. En temporada no hay que olvidar el gran Pote Asturiano, es de categoría especial, como los grandes puertos de montaña de los Picos de Europa. La merluza a la sidra o el pixín al horno son dos platos exquisitos de pescado que no pueden faltar en tu elección, al igual que el cachopo, uno de esos platos que, de pronto, pese a ser antiquísimo, se convierten en platos de culto en todos los restaurantes asturianos del mundo. Vale la pena probar los fideos con almejas, especialidad de la casa. Y, por supuesto, el cabrito al horno o el rabo de toro, que, aunque no son muy asturianos de origen, tienen patente de calidad y sabor. La última vez que pasé por El Ñeru tenían de tapa una empanada buenísima. 

Podría seguir enumerando platos y más platos de su inmensa carta, pero quédense con lo que dije a principio, la autenticidad de todo lo que sirven, la calidad de la materia prima, su puro sabor asturiano y su gran amabilidad. Vayan de mi parte cuando puedan y ya me contarán.