Vete de mi parte
Casa Aurora, tradición castiza en Gijón
Manjares humildes y sencillos que recuperan el sabor de las cosas perdidas
Las ciudades con mar suelen tener una alta calidad gastronómica. Gijón no es una excepción. Hay una gran cantidad de restaurantes de buen nivel, sobre todo sidrerías típicas, en las que saborear la potente variedad de los platos asturianos. Y, además de estos lugares de reconocida fama, hay otros que quizás no tengan ni el prestigio ni la atención preferente de las guías del buen comer, pero que se convierten, porque el público así lo quiere, en lugares de culto.
Mis amigos Manfredo Álvarez y Esther me llevaron a Casa Aurora con mucho secretismo. Me aseguraron que era un sitio que me iba sorprender por su aspecto, pero que me iba a encantar por su comida. Y así fue. Es una casa antigua, pequeña, con una terraza muy sui generis, donde se exhiben sillas, bancos y mesas cada una de su padre y de su madre, formando un espacio vintage total que en verano tiene siempre el cupo completo.
Dentro, una pequeña barra y unas cuantas mesas completan el espacio de este restaurante–chigre–tasca situado al lado del estadio del Molinón y que, gracias a la dedicación de Viti, Joaquín y Julio, herederos de su madre Carmen y de su abuela Aurora, se ha convertido en tendencia gastronómica gijonesa.
Si os aconsejo que pidáis unos huevos fritos con chorizo, me váis a mirar con cara de asombro y de no entender nada. Pedidlos cuando vayáis y ya me contaréis. Un plato de tanta humildad adquiere en este lugar categoría de plato estrella, por los huevos y por el chorizo. Tienen unos callos autóctonos, de un sabor muy profundo y con el toque personal de la casa que los hace distintos a todos los callos que hayáis podido probar. Me encantó la ensalada de tomate, porque últimamente los tomates han dejado de tener el sabor de antaño y aquí lo recuperan con creces.
Me recomendaron la tortilla de huevos de aldea y, por supuesto, accedí a la recomendación y disfruté de un bocado muy bien hecho y con sabor a casa de toda la vida. Es en ese tipo de platos sin excesivo brillo ni popularidad en los que se aprecia la buena y verdadera cocina. Y no están nada mal las anchoas, ni el surtido de quesos, ni las carrilleras, todo en la alta línea de calidad que preside este lugar. Solo por estos manjares humildes y sencillos que os he nombrado ya vale la pena acercarse a Casa Aurora y recuperar el sabor de las cosas perdidas. Así lo ha entendido el «todo Gijón» que llena el local un día sí y el otro también. No dejes de visitarlo cuando vayas a Gijón. Y, ya sabes, vete de mi parte.
Casa Aurora
33203 - Gijón
985 36 78 95