Zeitaku, lujo y extravagancia en los Jerónimos

El lujo y la extravagancia para convivir en un espacio introspectivo, para nacer de la colisión de su esencia. Viviendo una dualidad entre la gastronomía japonesa y la occidental, el lujo como ornamento y la extravagancia como medio de expresión para ofrecernos un restaurante distinto, sin espacios interiores, con un único escenario que se transforma en terraza de verano o en refugio en invierno. En el número 20 de la calle Antonio Maura, en el barrio de los Jerónimos, para deslizarse en la suntuosidad junto a dos grandes de la gastronomía, Horcher y Alabaster. Haciendo nacer a escasos metros del Retiro una propuesta creativa, que permite jugar al comensal e incluso le invita a «cocinar» en la propia mesa.

Hedonismo como filosofía, la excelencia en el producto como materia prima. Zeitaku nos ofrece una amplísima carta cuya piedra filosofal es la creatividad para despuntar como uno de los principales restaurantes japoneses de la capital. Entrantes en frío en forma de un original lollipop de foie, trufa y arándanos, piruleta helada para unir la dulzura y la sal en un refrescante bocado. Aires estivales que se refrescan con un delicioso gazpacho de tomate verde y yuzu, de intenso sabor y servido sobre una base de hielo en un chupito que apurarán hasta la última gota. Revoloteará la grandeza de caviar osetra en múltiples combinaciones culminando los nigiris de toro, los gunkan de tartar de toro ligeramente flambeado, o exquisiteces como el tartar de wagyu con caviar o el gunkan de vieira y caviar con trufa y miel trufada. Bocados que condensan el amor por lo extraordinario, la pasión por la magnificencia y el placer en estado puro.

Noches de verano, noches de bohemia e ilusión para privarnos de razón desde un espacio elegante de mármol blanco, cristal y tonos dorados, mostrándonos delicias de la tierra de gyozas de carrillera ibérica de bellota cinco jotas que se desharán en su boca y de las que rebañaran cada milímetro de su salsa. Pecados de aguas cristalinas, de almeja y buey de mar a la mantequilla tostada, ensalada de bogavante azul con guiños de trufa y sésamo, ligeramente especiada y picante, o sueños de gamba blanca ornamentada con tobiko (hueva de pez volador) para crear un gunkan que protege en alga nori tesoros de gotas salinas. Cócteles de fantasía de original nombre Uni shooter para creaciones imposibles y sorprendentes que agasajarán al gusto al brotar del hielo para fusionar erizos, huevas de salmón y yema de codorniz.

Los chef Santiago Martínez y Lionel Trejo nos traen una propuesta rompedora que despliega belleza en sus presentaciones con originales gunkan de foie y algodón de azúcar, de buey de mar y su coral o de foie y palomitas de maíz. Obras atrevidas de toro y trufa, de wagyu y huevo de codorniz o de salmón flambeado con trufa y codorniz. Exclusividad y excelencia en sus tartares y ceviches de gamba blanca de Huelva, de salmón, de shitake (hongo del sudeste asiático) o el falso tartar de tomates cherry infusionados con ponzu, salsa elaborada a base de katsuobushi, alga y vinagre de arroz.

Platos que incendiarán nuestras almas para hacer parar el tiempo en homenajes al atún más exquisito en forma de bombones de toro cubiertos de teriyaki y té de shitake. Durante nuestra experiencia en Zeitaku viajaremos en trenes con destino a caricias de izukuri de lubina, marinado con bonito seco y jalapeños o de salmón ikura, perlas nacidas de las huevas del salmón que con su color anaranjado y la indudable belleza de su textura enamorarán nuestra mirada.

La leyenda del Maguro (atún rojo) llegará como un sueño en diferentes partes de este diamante de mar, para disfrutar de diferentes texturas en forma de kamatoro (cuello del atún), toro (corte especial de ventresca con infiltraciones de grasa uniforme), chu toro (parte del vientre) o el akami (lomos interiores del atún aleta azul). Cierren los ojos, disfrutando de cada bocado y déjense aconsejar por el sumiller Javier Arroyo, que les regalará estupendas propuestas de una bodega variada y de gran calidad, por la que fluyen desde cervezas japonesas, sakes, vinos internacionales o magníficas burbujas.

Mientras pierden su mirada en el Retiro, el sitio de nuestro recreo, dejarán llevar su imaginación hacia el Prado y con los ojos cerrados divisarán infinitos cuadros de nuestra pinacoteca nacional, entre nieves, huracanes y abismos en bandeja de plata se abrirá paso en nuestra mesa el máximo exponente del lujo, de una sublime calidad y de la seducción culinaria. Los cortes de Wagyu, el pura sangre japonés para altos gourmets, insuperable calidad con intenso marmoleado que les servirán como tartar con caviar, foie con trufa o nigiris y, sobre todos, ellos el «Wagyu Uzuzukuri Vulkano» con el que disfrutarán tanto preparándolo sobre la propia mesa con suaves caricias de fuego como degustándolo.

Bocado magnífico que condensa la esencia de Zeitaku en una apuesta permanente por la excelencia y por convertir el lujo en el arte de lo cotidiano. Culminen su viaje por el lejano oriente entre la infinita lista de nigiris, inolvidables en particular los de anguila y cigala flambeada y caigan en la tentación para un final de trayecto en brazos de una tarta de chocolate delicada de diferentes texturas y un postre tres leches que les hará comprender que el lujo y la extravagancia engalanan en silencio cada noche del Retiro.