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pepe domingo

No tiene nada que envidiar a los que los críticos consideran los mejores de Madrid

Gastronomía

El botánico, pureza madrileña con identidad propia

Disfrutar de un buen cóctel, de unas estupendas tapas, de una buena comida más seria y de un tardeo acorde con la categoría de la zona

Madrid es una eterna caja de sorpresas. Hace semanas, hablábamos aquí de la intensidad castiza de La Latina, un barrio único, en el que últimamente se está generando un resurgimiento gastronómico importante. Hay otros barrios o calles donde está ocurriendo lo mismo, salpicando aquí y allá la ciudad de grandes sorpresas llenas de autenticidad y sabor. La zona de Ponzano tiene ese perfil de calle de culto con todo merecimiento.

La calle Huertas y sus alrededores conservan con mimo la pureza madrileña en el comer y en el beber, más de lo segundo que de lo primero. Los alrededores del Retiro han ido conformando un espacio con identidad propia, con bares, restaurantes y tabernas de todos los estilos, que se llenan a diario. Y, por último, en el entorno del Museo del Prado, centro neurálgico del Madrid más Madrid, estamos descubriendo varios intentos de hacerse un hueco en la gastronomía madrileña a cargo de gente joven con ganas de destacar.

Pepe Domingo Castaño

En ese gran entorno se puede disfrutar de un buen cóctel, de unas estupendas tapas, de una buena comida más seria y de un tardeo acorde con la categoría de la zona. Por los alrededores del gran Museo está Horcher, que se mantiene en todo lo alto, está Barracuda, esencia del México más actual, está la sencillez y el estilo de García de la Navarra, está Alabaster, otro intento de hacer «distinta» la cocina gallega, está Arahy, allí donde Rajoy olvidó con whisky la espantada, está Aarde, con su sabroso intento de mestizaje africano... Hay muchas más calles, muchas más zonas de interés culinario, pero sirvan estas que hemos nombrado como prueba de que esta ciudad sigue siendo una ciudad imparable.

Y en la clásica zona del Prado, mirando de frente al jardín más emblemático de Madrid, está El botánico un restaurante sencillo, muy coqueto y muy atractivo, al que su alma mater Cris Huete está convirtiendo en atracción gastronómica de la zona. Lo que hasta hace bien poco era un restaurante sin demasiado brillo, que solo presumía de una hermosa terraza con unas vistas únicas se ha transformado en un lugar al que la gente va a comer y a comer bien.

Han mejorado la carta, tanto de platos como de vinos, y ahora mismo vale la pena sentarse en su terraza o en el comedor interior con la seguridad de que no te van a defraudar. Pide, para empezar, unas gildas, están siempre en su punto, o unas croquetas de jamón o rabo de toro, sobre todo las segundas, que están deliciosas, o unas gambas de cristal con yema de huevo macerada, o las patatas de Rebeca pochadas con boletus, huevo frito y crujiente de jamón.

Una vez saboreados estos suculentos entrantes, atrévete con los muslitos de conejo con tomillo y ajo, una de las especialidades de la casa, o con un estupendo arroz meloso con chipirones, para terminar con las albóndigas de ternera, que me recordaron mucho a las que hacía mi madre, o la lubina a la salsa de estragón, que es otro de sus platos estrella. Las carnes son muy variadas y de mucha calidad, al igual que el resto de pescados.

Cualquiera que elijas, te va a encantar. Y, si eres amante del cocido, quizás el plato más representativo de Madrid, recuerda que lo sirven todos los jueves, cuando llegan los fríos a la capital. Lo acabo de probar y me parece que no tiene nada que envidiar a los que los críticos consideran los mejores de Madrid. Te lo recomiendo de corazón. Creo que el esfuerzo de Cris Huete y todo su equipo está siendo recompensado por una clientela fiel, esa que sólo busca la calidad, el sabor y la amabilidad a la hora de sentarse a disfrutar de la vida. En El botánico eso está asegurado. Y ya saben lo que les digo siempre, vayan de mi parte. Ya me contarán.

El botánico

Calle Ruiz de Alarcón, 27
28014 Madrid
Tfno. 91 129 79 97
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