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A Goleta

A Goleta, el templo del rodaballo al horno

Lo hacen en unas fuentes enormes, con sus patatas delgadas y churruscaditas y con una salsa impresionante muy conseguida

A Sanxenxo le llaman, como queriendo concederle importancia y categoría, La Marbella gallega. Y a mí no me gusta nada esa comparación, porque ambas localidades no se parecen en nada, salvo en que se llenan de visitantes cuando el verano enciende cielos y playas. Sanxenxo es un pequeño paraíso que ha ido creciendo con los años en plena ría de Pontevedra, hasta convertirse en la capital de la Galicia veraniega.

El Club Náutico es el centro neurálgico de la ciudad y a sus espaldas retumban las canciones de moda en los distintos pubs y bares de copas que alargan la noche hasta el amanecer. Sanxenxo tiene también una gran tradición gastronómica No hay más que darse una vuelta por los alrededores de la playa o callejear por el interior de la ciudad, para darse cuenta de que aquí se come bien y, a veces, muy bien. A mí me gusta ir a Sanxenxo, al menos una vez al año y llevarme a Madrid, a lomos de la morriña, una de las postales más hermosas de mi tierra.

Pepe Domingo Castaño en El Debate

Me recomendó A Goleta en su día mi amigo Manolo Domínguez, el que fuera propietario en Madrid de Combarro y Sanxenxo, dos pilares de la gastronomía gallega en la capital, hoy desgraciadamente desaparecidos. Se lo agradezco de veras al amigo Manolo, porque se ha convertido en lugar de peregrinación anual al encuentro de uno de los platos más sabrosos que he probado en mi vida, el rodaballo al horno, quizás el plato estrella de La Goleta. Lo hacen en unas fuentes enormes, con sus patatas delgadas y churruscaditas, una salsa impresionante muy conseguida y ese rodaballo soberbio y salvaje de la zona como tentación irresistible.

Mi amigo Ramón Arcusa, el alto del Dúo Dinámico, que repite una y otra vez visita a este lugar cada vez que toca Galicia, me ha confesado que no ha probado un plato igual en su larga vida de viajero impenitente a la búsqueda de sabores. Hay más platos en la carta de A Goleta, los mariscos de la zona, los pescados típicos de la ría, todos de reconocida calidad, pero yo me quedo con ese rodaballo singular, por el que vale la pena acercarse a Sanxenxo. No sé si les servirá de algo ir de mi parte, pero inténtenlo. Igual les cae una botella de buen vino como regalo de bienvenida.

A GOLETA

Rúa da Praia dos Barcos, 2

36960 – SANXENXO (Pontevedra)

986 723 368