Nota blu, lujo marbellí culinario

He vuelto a Marbella y he podido comprobar que vuelve a ser ese lugar mágico e irrepetible, al que llegan visitantes de todo el mundo para disfrutar de un clima imbatible y de una calidad de vida fuera de lo común. Marbella es el lujo de verdad, Marbella es sinónimo de buen vivir y buen comer. Creo que está recuperando el glamour y el estilo de aquel rincón hermoso y feliz de los años 80 cuando llegué a ella por primera vez y caí rendidamente enamorado de ese encanto que tienen los lugares en los que vivir y vivir bien es lo único importante. Desde hace unos años, los grandes hoteles, los restaurantes más icónicos están proliferando en Marbella y eso se traduce en un turismo de altura y de calidad que sabe disfrutar de la vida en un lugar único donde todo huele a felicidad.

Entre esos lugares de nuevo cuño que están dándole a Marbella dimensión mundial a nivel gastronómico, quiero destacar uno que me ha impresionado en mi última visita a la ciudad del sol y de la luz. Se llama Nota blu, está ubicado en el mismo lugar en el que estaban dos lugares inolvidables de aquella Marbella legendaria, La meridiana y la note del gran maestro de los sabores Paolo Ghirelli. Es otro de los restaurantes de Zazou Belounis, famoso futbolista francés en otros tiempos y hoy convertido en un empresario de gran éxito en la Costa del Sol.

Ha logrado recuperar con Nota Blu aquel estilo marbellí de gran cocina que tanto se estaba echando en falta. Todo es lujo y elegancia desde que llegas hasta que te vas. Un servicio impecable que te hace sentirte importante y una decoración de altura que desembocan en una fiesta plena de sabor y calidad. Me acompañaron en la cena mis amigos Ramón Campuzano y su amor Marisa, junto a Tere, mi novia eterna, y mis amigas Raquel Costa y Cristina Huete. Nos lo pasamos en grande.

Empezamos con un salmón ahumado con salsa picante de rábano que estaba de lujo. Luego, una ensalada Blu hecha con rúcula, judías verdes y cangrejo de verdad, aliñada con una salsa muy original con su toque exótico y distinto. El carpaccio de carabineros estaba muy logrado y apetecible al igual que la pizza sashimi, que se sirve en varias mini pizzas de un gran atractivo visual y gastronómico. No faltó un estupendo tartar de atún de categoría junto con los mejores linguini con bogavante que he saboreado en mi vida. Algunos se inclinaron por el lenguado miso/meuniere y no se arrepintieron de la elección.

Tiene una carta amplísima y todo en ella destila buen gusto y espectacularidad. El equipo del restaurante, dirigido por Ezequiel Fernández, uno de los grandes profesionales de Marbella, estuvo a la altura de un menú distinto, original y sabrosísimo. Nota Blu tiene que ser visita inevitable en Marbella si quieres vivir una aventura gastronómica emocionante de verdad. Todo está pensado para hacerte feliz. Vete de mi parte y… ¡¡Disfruta!!