El Chef Judicial
Colmado de parranda y kiosko, una de tapas
Un paseo entre raciones en dos de los barrios más castizos de Madrid
Hoy les traemos un paseo de cañas y vinos entre raciones y tapas entre dos de los barrios más castizos de Madrid. Desde Ponzano hasta el Barrio de Salamanca, desde El Kiosko hasta el Colmado de Parranda para descubrir dos lugares sencillos que hacen pivotar su oferta gastronómica en un tapeo clásico, contribuyendo a ese Madrid de sol y «tardeo», de cervezas con ingredientes de alegría y buena compañía. Dos sitios tradicionales, de los de toda la vida, apostando por clásicos de nuestras barras y por una selección de vinos y cañas.
Comenzaremos por una de las calles más icónicas de Madrid en las que relucen las risas, el buen ambiente y los brindis, en el número 74 de la calle Ponzano encontramos El Kiosko, una apuesta por platos sin estridencias, ideales para combinar con refrescantes cervezas que amainen los calores del verano entrante.
Recetas caseras con un guacamole con totopos que se adereza con picos de gallo, lima, atrevidos jalapeños y cilantro. Entrante destacado a base de un buen guacamole recién preparado con aguacates que refrescarán y seducirán al gusto. Buena calidad de la burrata que se sirve con miel de trufa sobre base de recula y tomate seco confitado con grissini de cristal o de la flor de alcachofa confiada a baja temperatura con sal de Maldon. Entrantes ligeros y llenos de sabor que podremos combinar con la deliciosa ensalada de tomates de temporada, plato que brilla por la calidad del tomate aliñada con vinagreta de mostaza y miel para combinar lo dulce con lo salado.
Los grandes hitos de El Kiosko nos llegan con sus hamburguesas gourmet. La primera la hamburguesa de la casa con notas dulces a base de vacuno mayor envuelto en pan de cerveza, cheddar, rúcula, tomate y pepinillos con cebolla caramelizada y mayonesa. La hamburguesa clásica también recomendable elaborada a base de carne de Black angus, pan brioche, bacon, queso cheddar acompañada de la salsa especial de la casa con notas picantes.
En esa vuelta al mundo que pretende dar este local de Ponzano podremos disfrutar de los tacos de cochinita pibil con crema agria, cebolla encurtida y cilantro, de los mejicanos «tequeños de queso» o de clásicos de toda la vida del tapeo madrileño como las berenjenas fritas con miel de caña, las bravas o el bocadillo de calamares que se prepara con kimchi, mayonesa y pan de tinta de calamar para ensalzar la buena calidad de calamares de potera y una cuidada fritura.
El viaje por el mundo en un bocado se presenta en El Kiosco con unas gyozas de cerdo con verdura, soja y cebolleta china o con un ligero y delicioso tartar de salmón ikura que se prepara con aguacate y huevas de salmón. Pase que rivaliza en calidad con el tartar de atún marinado en soja, con jengibre y sésamo en mayonesa de ají amarillo entremezclado con aguacate.
Antojos que no podrán perderse en forma de anchoas de Casa Santoña que se sirven sobre tomate rallado y aceite de oliva con pan de cristal. Los torreznos de Soria al estilo tradicional, la original pata de pulpo braseado sobre parmentier de patata, queso parmesano y tubérculos son otras bocados que podrán combinar con las cañas bien servidas que hacen de este bar una estación obligatoria en las tardes de cervezas que podemos disfrutar en el alegre Ponzano.
De Ponzano al Barrio de Salamanca, para llegar a los alrededores del Wizink Center y entrar en uno de esos lugares con aires del pasado, El Colmado de Parranda. Lugar clásico de tapeo en el que destacan las tradicionales gildas de boquerón, anchoa, pimiento asado y piparra o las más originales con patatas fritas de vermut. Las croquetas de bacalao o la mojama de atún de Almadraba son otras paradas ineludibles.
Este colmado opta por pases sencillos sin mucha elaboración pero que seducen al paladar, la carrillera de ternera elaborada a fuego lento con patatas chip y salsa representa fielmente esa apuesta con un plato destinado a ser rebañado. Buena selección de chacinas que podrán combinar sobre tablas destinadas a pecar, espárragos blancos de navarra con romesco que brindarán notas de calidad en el espárrago acompañadas de alcaparras crujientes y huevo rallado.
Para los más atrevidos un plato contundente con el «tiradito de legumbres» que se sirve en leche de tigre y vegetales sobre hoja de cogollos. Y para finalizar resulta imprescindible combinar un Dehesa de los Canónigos o un Arzuaga con la variada tabla de quesos, excelente postre servido con frutos rojos, nueces, pasas de arándanos y mermelada de higos. Un colmado a la antigua usanza de bella entrada y en la que sin duda podrán disfrutar de un buen tapeo y tardes de vinos.