El Urogallo de Pozuelo, cocina asturiana muy sabrosa
Yo me incliné por un plato soberbio, las famosas verdinas asturianas con chipis, que me supieron a gloria
La gastronomía de Madrid le debe mucho a esas familias que llegaron de fuera, se instalaron aquí y nos fueron descubriendo los secretos de las distintas cocinas de sus regiones de procedencia. No hay más que repasar la lista de restaurantes de esta ciudad pata darse cuenta de la enorme influencia que han tenido esta gente emprendedora que vino a comerse el mundo donde era más difícil hacerlo, en la gran capital. Los grandes restaurantes gallegos, que abundan en Madrid, siempre han sido punta de lanza de la mejor y más profunda calidad. Los andaluces han ido creciendo con el paso de las modas y de los años. A los catalanes quizás les ha costado un poco más. Los vascos son, hoy por hoy, casi los reyes del cotarro porque saben hacerlo muy bien. Lo mismo se podría decir de la cocina cántabra que se está imponiendo últimamente. Y así, una larga lista de cocinas regionales y especiales que llenan de vida y de sorpresas el día a día del buen comer madrileño. Y hoy me apetece hablar de la cocina asturiana que ha entrado a tope en Madrid con ejemplos de gran categoría, que vienen a demostrar que, cuando se le echa a la cocina lo que hay que echarle, suele salir bien.
Hace un montón de años, Joaquín González y Engracia Rodríguez decidieron probar fortuna en Madrid con el Bar Cangas, a ver qué pasaba. Era pura cocina asturiana y la apuesta no era fácil, pero consiguieron convertirla en éxito. Luego, desde el barrio de Legazpi se fueron a Aluche y a la Casa de Campo, montando varios bares Cangas y las famosas Moreras que todo el mundo tiene que recordar. Cuando Joaquín y Engracia han conseguido poner en marcha su gran sueño, deciden dejarlo todo en manos de sus hijos Miguel y Joaquín, que tienen nuevas ideas y deciden dar un paso adelante en le dirección del negocio familiar. Así nace en 1996 El Urogallo, una brillante idea que cuaja rápidamente y se convierte en una de las novedades culinarias de aquellos años. Ya son varios los urogallos que están funcionando tope en distintos lugares de Madrid. Nosotros estuvimos en el de la Avenida de Europa, en plena explosión del Pozuelo más divertido. No nos defraudó.
La terraza es muy chula, muy bien decorada, atractiva, apetecible en noches como las de este verano que ya han abandonado el excesivo calor. Empezamos la noche con un platazo lleno de anchoas y boquerones, ese matrimonio perfecto entre la sal y el vinagre, que siempre es perfecto como aperitivo. Las patatas revolconas completaron esa primera ronda. Legaron las croquetas en su punto, aunque para mi gusto eran demasiado grandes. Creo que las croquetas no tienen que ser descomunales, entran mejor por los ojos las de tamaño normal. Es una opinión solamente. La sepia, que era plato del día, estaba muy buena, al igual que los chipirones encebollados. Yo me incliné por un plato soberbio, las famosas verdinas asturianas con chipis, que me supieron a gloria. Otros pidieron el famoso cachopo y puedo asegurar que no les defraudó. El rape, el famoso pixín, fue otro de los segundos que enmarcaron una cena muy completa, muy sabrosa y muy asturiana.
Porque si algo tiene que El Urogallo que lo distinga es su cariño hacia la cocina que les vio nacer hace tantos años. Cocina asturiana pura y dura, con fabada incluida, a la que renunciamos por aquello de no cenar demasiado. Vale la pena acercarse a la Avenida de Europa en Pozuelo, detenerse en la hermosa terraza del Urogallo y disfrutar de uno de los mejores restaurantes de cocina asturiana en Madrid.
EL UROGALLO
Avenida de Europa, 5
28224-POZUELO DE ALARCÓN
TFNO. 917 15 94 96