Fundado en 1910

Trocadero Commodore

Trocadero Commodore, el nuevo restaurante con una gran historia detrás del que todos hablan en Madrid

El Grupo Trocadero, uno de los más relevantes de la Costa del Sol, desembarca en la capital en el espacio del mítico Mayte Commodore

En las mesas del emblemático restaurante Mayte Commodore se escribieron varios capítulos de la historia de España y muchas páginas de la prensa social de la época. La anécdota, quizá, más repetida sea la de que en sus salones se cocinó el nombramiento de Juan Carlos de Borbón como sucesor al título de Rey. El templo de ocio de las altas esferas, entre 1967 y 1987, acomodó en sus mesas a personalidades de diversa índole desde Manuel Fraga a Santiago Carrillo, el propio Rey Juan Carlos o Juan Domingo Perón y artistas como Ava Gardner o Lola Flores. Situado en el número 5 de la plaza de la República Argentina, con una fachada de ladrillo visto, el espacio estrena una nueva etapa de la mano de Trocadero, uno de los grupos de restauración más importantes de la Costa del Sol. Se trata de su décimo establecimiento en España y el primero en Madrid.

Y para ser precisos, hay que subrayar que su nombre completo es Trocadero Commodore, porque está protegido como rótulo histórico y cuenta con un fuerte vínculo familiar con los primeros propietarios del local. «Nos hace ilusión continuar con la tradición, además de ser una buena oportunidad para darle ese apellido a Trocadero Commodore que tanta gente reconoce y sitúa», explica Jorge Hernandez- Gil, director general del grupo.

Trocadero Commodore, en la plaza de la República Argentina

El nuevo establecimiento está dirigido por Bárbara Pérez Manzarbeitia y Luis Sartorious (el hermano de Isabel Sartorius, la primera pareja conocida de Felipe VI). La inauguración oficial se celebró este martes y congregó a rostros habituales de la prensa social como Esther Doña y el juez Pedraz, eso sí, por separado. Ella acudió con unos amigos. Él, con su novia, Elena Hormigos, embarazada de ocho meses. También apoyaron el local Cari Lapique y Carlos Goyanes, Arantxa de Benito, Jaime y Marta Martínez-Bordiú, Pablo Hohenlohe o Carola Baleztena.

La apuesta por Madrid para expandir su negocio responde a la necesidad de recuperar un espacio emblemático y regresar a las raíces. Dionisio Hernández-Gil, el fundador del grupo, inició su carrera empresarial en la capital abriendo bares de copas, cafeterías y restaurantes.

En su desembarco en Madrid buscan trasladar el espíritu del chiringuito con un carácter alegre y desenfadado, un servicio cercano y una oferta gastronómica en la que los pescados desempeñan un papel destacado. La carta pone énfasis en los productos de mar, los arroces y carnes, así como una sección japonesa. Además, se incorporarán nuevos platos con guiños a la cocina madrileña. «Pretendemos recomendar fueras de carta en honor a Mayte, como los platos de caza», detalla Hernández-Gil. El ticket medio es de 80 euros por persona

Restaurante Trocadero Commodore

El restaurante se divide en dos plantas con múltiples zonas, que incluyen salones principales, terrazas en Serrano y Joaquín Costa, zonas de sofás con barra propia, y una variada oferta para disfrutar en la planta calle. En cuanto a la decoración, se distingue por referencias internacionales, con guiños a África. Reinan los materiales nobles como madera, piedra, latón y telas, junto con un cuidado paisajismo y obra gráfica. «Buscamos ser una referencia gastronómica y de planes en Madrid como lo fue Mayte Commodore».

De Marbella a Madrid

El grupo nació en Marbella en 1995 de la mano de Dionisio Hernández-Gil sobre un pequeño quiosco de madera en la playa de Santa Petronila y cuenta en la actualidad con 10 establecimientos repartidos entre Marbella (Trocadero Playa, Trocadero Arena, Trocadero Petit Playa, Trocadero Zanzibar), Sotogrande, Estepona, Benalmádena, Tarifa, Málaga y en Madrid. El objetivo es cerrar el año con una plantilla de 900 empleados y una facturación de 30 millones de euros.