El nuevo asador de Madrid con buen precio que debes conocer

Un nuevo asador de corte contemporáneo nace en el número 91 de la calle Francisco Silvela, diseños modernos con una amplia terraza para crear un oasis de calma en plena ciudad. Luminosidad y cuidado diseño para resaltar un buen producto que se mima con el toque adecuado de fuego, tratando de mimar la materia prima para cocinarla en su justa medida dejando intacta la calidad que nos ofrecen las carnes y pescados de este restaurante de reciente apertura y prometedor futuro. Ascua comienza su andadura en Madrid con una variada carta, una bodega correcta y una buena relación calidad precio que ofrece visos de noches de verano agradables con una buena propuesta culinaria que destaca por su buen producto y variedad.

Apuesta culinaria de corte mediterráneo que comienza con guiños al Norte con una buena chistorra de Arbizu que se asa a la parrilla para empezar a agradar al comensal con las primeras caricias de fuego. Torreznos que sorprenden, intenso sabor y sin exceso de grasa para potenciar este aperitivo sin saturar en los primeros entrantes, cremosidad y buena fritura en las croquetas de jamón ibérico o en las de boletus que comienzan a convertirse en pequeños caramelos adictivos para los amantes de la buena gastronomía. Los brotes verdes para refrescar calurosas noches de verano nos llegan de la mano del tomate de la huerta con aceite y sal, con las verduras de temporada a la brasa entre las que encontraremos un espectacular espárrago de navarra que ensalza su sabor con ligeras notas de parrilla, alegría en las habitas salteadas abrazadas por la intensidad y excelencia del jamón ibérico con notas melosas de huevo o las alcachofas que se sirven en forma de flor con matices ahumados para ensalzar agradables texturas y suave sabor.

En las aguas salinas de Ascua descubriremos unas excelentes anchoas doble cero de magnífico sabor para acercarnos Santoña, considerable tamaño y cuya calidad son un homenaje a la calidad en la materia prima, seña de identidad de Ascua. Aires refrescantes con un salpicón de marisco que incluye versos de atún rojo sobre endivias en pases de gran tamaño. Recomendables los berberechos a la sartén o las navajas a la brasa, marcando esa filosofía de preservar la materia prima con ligeros momentos de brasa. Pases de cocina con mejillones al curry para los que se pierdan rebañando la salsa o mojando el pan en aceite de notas picantes con las colas de langostino al ajillo. Entre los primeros envites reminiscencias del norte con la tortilla de bacalao cocinada en su punto exacto para desprender matices deshechos por dentro o para adquirir notas de originalidad con un punto de dulzura a través de la tortilla de cebolla caramelizada. Cremosidad y ligereza en la ensaladilla rusa y consistencia en los huevos rotos que se sirven con jamón ibérico de bellota 100% denominación de origen o con chistorra.

Una carta que ofrece también opciones de picoteo con las gildas de aceituna de gordal con piparra y anchoa para acompañar el vermut madrileño con matices picantes, la mozarela con tomate rallado y pesto, las notas de caserío vasco con la tortilla paisana de chistorra o la delicadeza e intensidad del sabor a través del gusto añojo del tataki de vaca vieja con puré de apionabo. Carta variada que nos permitirá diseñar nuestro propio menú de raciones pequeñas para probar una mayor cantidad de pases entre los que no se pueden perder la brandada de bacalao gratinada o el mejillón de roca al curry rojo.

Entre la bodega de Ascua nos decantaremos en esta velada por un clásico infalible, un Pago de Carraovejas de 2021, uno de los más conocidos de Ribera del Duero para presentarnos un tinto con aromas de cerezas y ciruelas impregnadas de matices balsámicos y minerales con suculentas notas de cacao. En boca nos deleitará con frescura y elegancia, para un vino jugoso de taninos pulidos, excelente equilibrio y redondez con noventa y tres puntos en la escala Parker. Ribera espléndido de las variedades de tempranillo, Cabernet sauvignon con una crianza de doce meses en barrica de roble francés y americano para convertirse en el maridaje perfecto en este asador de nuevo cuño y ensalzar la materia prima que nos obsequia Ascua en una cocina sin notas artificiales, basada esencialmente en el producto con sencillos tiempos de cocina.

Las capturas de mar se presentan en Ascua con formas sabrosas en piezas de gran tamaño que se pasan por una sutil alfombra de brasas para brindar excelencia con el sapito de rape, el lenguado, la merluza o el impresionante rodaballo a la brasa, símbolo de jugosidad que termina con un sofrito bilbaíno. Las carnes nos llegan con guisos de rabo de toro al vino tinto para imprimir melosidad y sabor o con la carrillera glaseada, secretos ibéricos o pollo picantón con chimichurri o sencillos y deliciosos pases de solomillo de vaca a la pimienta. Reinando sobre ellos el lomo de Wagyu y sobretodo la excelsa chuleta de vaca a la brasa de más de un kilo que se sirve fileteada y acompañada de guarnición de ensalada de lechuga y patatas fritas para rendir pleitesía a los gourmets de las carnes rojas. Ascua en un espacio moderno con una agradable terraza apuesta por una cocina mediterránea sin estridencias artificiales, primado los tesoros del mar y la tierra para tratarlos con cariño en la cocina. Con una buena relación calidad precio en torno a setenta/ochenta euros por persona Ascua se suma con nota alta a la galería de asadores de la capital de España.