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Surtido de tapas griegas

El Chef Judicial

El templo de la cocina griega en pleno Madrid

Un restaurante que nos transporta a Atenas, a Santorini y a Mykonos para embriagarnos de alegría

Milos un referente griego en Madrid para traernos un amplio recorrido por la gastronomía del país heleno, puro sabor mediterráneo en pleno barrio de Salamanca, en el número 30 de la calle Francisco Silvela con su hermano mayor el restaurante Kritikos en pleno barrio de Chueca en el número 30 de la calle San Gregorio. Cocina fresca y casera de genuinas notas griegas con carnes y pescados que se cocinan en la parrilla del carbón.

Un restaurante que nos transporta a Atenas, a Santorini y a Mykonos para embriagarnos de alegría, disfrutando de una variada selección de la huerta con recetas tradicionales que miman la materia prima y se contagian de los ritmos musicales y danzas de Grecia para dejarnos llevar al son de sirtakis en directo. Buena gastronomía y estética de tonos azules para cerrar los ojos y soñar con los paisajes de Grecia.

Entrantes que comienzan con una amalgama de colores con el «queso feta sousami» envuelto en hojaldre griego acariciado por miel y semillas de sésamo, la «gemistá» elaborada a base de pimientos rellenos de arroz y carne picada asados al horno o las «melitzanes fuorno» de berenjenas envueltas en bacon asadas con salsa de naranja y queso feta.

Combinaciones culinarias que agradan al comensal, brindándole una cocina suave y saludable jugando con mezclas de sabores para rendir culto al paladar. Concierto de empanadillas griegas que sorprenden con una fina masa para presentar la «Spanakopita» de espinacas y feta, la «Tyropita» aguardando en su interior quesos griegos o el refrescante «Sousamito» de kalamata y tomate con salsa de yogur, mostaza y miel. Verde y tierra que continúa con los «Dolmades» en unas finas hojas de parra que envuelven arroz y carne picada para dotar de consistencia a los entrantes.

Cocina fresca y casera de genuinas notas griegas

Destacadas ensaladas que comienzan con la «Horiatiki» mezcla de tomate, pimientos, pepino, cebollas, olivas, queso feta con eneldo y menta para enarbolar banderas de frescor, la «Milos» con boniatos, cherry, aguacate y garbanzos o para disfrutar con matices dulces y críticos con la «Pliguri me Manouri» que une en un baño de aceite de oliva la manzana, la granada, los piñones y el queso manouri de cabra.

Ligereza y gusto mediterráneo con una cuidada materia prima, en una huerta que destaca por su calidad extendiendo el escenario perfecto para aquellos comensales que optan por recetas vegetarianas. Entre ellas el «Exhohikó Laxanika» a modo de hojaldre griego de notas crujientes escondiendo en su interior una sabrosa mezcla de verduras, piñones y queso con salsa pesto o el «Imam Baildi» para jugar con gustos salados y dulces con berenjenas rellenas de cebollas caramelizadas y especias gratinadas con queso feta. Un auténtico paraíso para los que apuesten por una cocina vegetariana original y sumamente sabrosa y atractiva.

Su cocina es sumamente sabrosa y atractiva

Una aventura culinaria que comenzó en 2018 y que emplata los frutos de esos infinitos azules en los que el mar se confunde con el cielo bajo el sol que hace relucir las islas griegas, una travesía por sus aguas salinas que rescata los «chipirones gemista» a la plancha rellenos de queso feta, tomate y hierbas, el «carpaccio xtapodi» elaborado con pulpo marinado al vino tinto y servido con alcaparras y mayonesa de ajo.

Auténtica delicia mezcla de finura, sabor y elegancia. En su vertiente de guiso nos llega con el «Xtapodi» con pulpo marinado en vino tinto que después se asienta en la parrilla y se acompaña de crema de fava, tomate cherry y alcaparras. Marisco a través de la «Souvlaki garides» en forma de brocheta de langostinos envueltos en bacon a la parrilla o nadando en una cazuela con el «Saganaki» donde los langostinos se unen en perfecto enlace con la salsa roja, el queso feta y cebollino. Tempuras revelando una adecuada fritura con el bacalao acompañado de la tradicional «Skordalia» (crema de patata al ajo). Surcando con aires imperiales las aguas de Grecia contemplaremos la «Tsipoura», una dorada asada al carbón que destaca por la finura de sus lomos, buenas texturas mimadas en la parrilla para dejarlas en su punto exacto y acompañarlas con tomate asado y cebollas al sumak.

Arte culinario heleno que por momentos se acerca a su vecina Turquía y nos ofrece la consistencia de una parrillada de carne, auténtico festín para carnívoros que recorrerán las brochetas de pollo y cerdo, la salchicha griega, las chuletas de cordero y una estupenda hamburguesa rellena de queso feta y mozzarella. Sinfonía de carne para comensales de buen apetito en piezas jugosas con buena preparación a la brasa.

Sinfonía de carne para comensales de buen apetito en piezas jugosas

Recomendables las «Paidakias» de cordero, chuletas acompañadas de patatas fritas o los «Kebab me fistiki» de brochetas de carne picada de cordero y ternera con pistachos bañados en mantequilla derretida con especias y salsa de yogur. Explosiva combinación de sabores que sorprenderán al comensal aportando matices salados y frescos en un pase que deleita. Juegos culinarios de sal y azúcar con las brochetas de pollo marinadas en miel y especias con patatas fritas y salsa de yogur.

Un «Souvlaki Kotopoulo» que culmina unos pases principales que no decepcionarán ni en el mar ni en la tierra. Belleza culinaria azulada En «Milos» son imprescindibles los postres por sus recetas caseras con la «Baklava» de pastel de hojaldre en jarabe de miel, relleno de pistacho con helado de vainilla, la «Yiaurtopita» de tarta de yogur griego con helado y mermelada o el brownie al estilo griego con dulce de leche, avellanas y helado de vainilla. Recetas caseras que son fruto de la alegría y cariño de un país acogedor lleno de historia. «Milos» y «Kritikos» se convierten en dos referentes griegos en la capital con un precio en torno a treinta/cuarenta euros por persona que sin duda agradarán al comensal y nos llevarán por unas horas a la más genuina felicidad del olimpo griego.

Calle Francisco Silvela, 30

Calle San Gregorio, 30