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¿Por qué Os Peares, el pueblo natal de Feijóo, tiene cuatro ayuntamientos?
Os Peares, entre Ourense y Lugo, presume de ser el pueblo más complejo de España
El pueblo Os Peares vio crecer a un joven gallego que quería ser juez. A los catorce años, sus padres Saturnino y Sira lo mandaron a estudiar interno al colegio de los Hermanos Maristas Champagnat de León.
Pese a que después trasladó su maleta de forma directa a Santiago de Compostela, para estudiar Derecho e iniciar, a continuación, su carrera en la política, de aquel 'neno' que era nieto de los dueños de una tienda de ultramarinos aún queda mucho. Por eso es especialmente significativo que Alberto Núñez Feijóo haya elegido la que fue su casa durante años para iniciar la campaña política que podría llevarle a la Presidencia del Gobierno.
Ubicado en la Ribeira Sacra, uno de los parajes más bonitos de Galicia y de la geografía nacional. De hecho, es un buen punto de entrada la zona para recorrer los cañones y sus increíbles paisajes. La web de turismo e historia de la Xunta de Galicia define Os Peares como «el pueblo más complejo de España» y razón no le falta.
Pertenece a dos provincias (Ourense y Lugo) y a cuatro ayuntamientos (Nogueira de Ramuín y A Peroxa en Ourense; Carballedo y Pantón en lugo), lo que sitúa a sus vecinos en una pesadilla administrativa, teniendo que diseminar su papeleo por media Galicia.
Desde el punto de vista geográfico, es un lugar único puesto que en él confluyen tres ríos: el Miño, el Sil y el Búbal; situación hidrográfica que fue determinante para su posterior desarrollo económico gracias a la llegada a través de sus aguas del comercio local. La inauguración en 1955 del embalse de Os peares, además, generó multitud de puestos de trabajo.
Junto a los ríos, llaman la atención los seis puentes que los cruzan. Es más, es prácticamente, la única vía de acceso tanto a pie como en coche al pueblo. Sin contar el tren, que llega desde Ourense en una hora y cinco minutos. El más conocido, de hecho, es el puente que lleva las vías del tren en él. Una estructura de hierro en color azul lo cubre en la parte superior y recuerda a la mismísima Torre Eiffel, tal y como señalan desde Turismo de Galicia. Cuenta con un paso para peatones por el que puedes cruzar el Miño y disfrutar del paisaje a ambas orillas.
Siguiendo el curso del río Búbal, donde uno puede ver las casas construidas en las paredes verticales, se puede acceder a la playa fluvial del pueblo, un entorno rural perfectamente acondicionado al baño y la relajación que suele llenarse de turistas en la época de verano.