Fundado en 1910

Se caracteriza por sus casas repletas de color gracias a las flores de sus balcones

Viajes

El nuevo pueblo más bonito de España para National Geographic

Hasta Sartre lo definió como el lugar más bello del mundo en su novela La náusea

¿Cuál es el pueblo más bonito de España? La competencia es tan grande que son muchos los que, de forma periódica, elaboran rankings eligiendo sus favoritos. Del largo listado de medios de comunicación que lo hace, hay uno que destaca sobre el resto por su grado de conocimiento en la materia. Hablamos, como no, de la mítica revista mensual National Geographic.

En su nuevo artículo, Los 100 pueblos más bonitos de España demuestra que no hace falta cruzar las fronteras de nuestro país para encontrar rincones mágicos a la altura de los que están a miles de kilómetros de distancia. Cien pueblos como Ayllón (Segovia), Olvera (Cádiz) o Alquézar (Huesca) que reivindican su papel protagonista en la España rural y cuyo patrimonio, urbanismo o relación con el entorno los convierte en «maravillas en miniatura». Los miembros de la publicación que han elaborado la lista aseguran que «es un viaje por la España menos poblada y por sus principales pueblos, donde encontrar lugares Patrimonio de la Humanidad y degustas algunos de los principales platos de nuestra gastronomía».

De los cien seleccionados en la lista, el que la lidera es un pueblo que conserva la arquitectura medieval y montañesa con casas como vigas y balcones de madera atestados de geranios: Santillana del Mar. Conocido como la villa de las tres mentiras –por no ser ni santa, ni llana ni tiene mar– se convirtió en la preferida de Jean Paul Sartre, prestigioso escritor francés que renunció al Premio Nobel y que en su novela La náusea definió a Santillana del Mar como el «lugar más hermoso del mundo».

Han pasado alrededor de noventa años desde su publicación, pero eso no impide que, a día de hoy, continúe siendo una de las localidades de mayor valor histórico-artístico de España y principal foco de atención turística de Cantabria.

Fachada frontal de la Colegiata de Santa Juliana

Alberga verdaderos tesoros arquitectónicos, siendo la Colegiata de Santa Juliana el edificio más representativo de la zona y la joya más importante del románico en la región. Construido como monasterio en el siglo XII, significó el origen del pueblo como tal, ya que a su alrededor comenzó a asentarse la población de la zona.

Hablar de Santillana del Mar es hacerlo también de la Cueva de Altamira. Situada a apenas dos kilómetros del casco antiguo, está considerada como la Capilla Sixtina del arte cuaternario, siendo una de las mayores manifestaciones artísticas del arte paleolítico en todo el mundo. Una cueva con más de 13.000 años de historia, en la que grupos de cazadores hacían su vida diaria. Fue descubierta en 1868 por Modesto Cubillas, un modesto campesino, y nueve años después, Marcelino Sanz estableció que los grabados rupestres pertenecían a los periodos Magdaleniense y Solutrense.

Playa de Santa Justa con la ermita bajo el acantilado

Sin embargo, una de las sensaciones más agradables se dará paseando por el casco antiguo y las calles empedradas que caracterizan Santillana del Mar. Comenzando por la plaza Mayor, donde se encuentra el Ayuntamiento, la Torre de Don Borja y las casas del Águila y la Parra, pasear por las calles repletas de casas de piedra con balconadas de colores a modo de flores hará que sea inevitable querer volver. Sin olvidar, los numerosos escudos familiares en las fachadas de la calles de Juan Infante, de la Carrera y Cantón, las principales de la localidad.

La naturaleza también ha sido generosa con la villa al situarla a pocos kilómetros de una maravillosa costa con playas que invitan a los paseos y la pesca. La más cercana es la de Santa Justa, una pequeña cala que, además de ser paraje natural, tiene la particularidad de esconder la Ermita de Santa Justa debajo del acantilado que la protege de las olas del mar.