Atenas, Grecia. La historia de Atenas es bastante parecida a la de Venecia. Grecia, especialmente la Acrópolis, recibe millones de visitantes al año y este último verano se notó más debido a todas las noticias que circulaban sobre turistas atrapados por el calor en la Acrópolis. 17.000 personas visitan a diario la zona monumental conformada por el Partenón, Erectón y los Propileos. Según la organización World Heritage Watch, que trabaja con la Unesco, la Acrópolis no tiene un sistema de control adecuado para soportar el turismo en masa que recibe. El gobierno griego ha instaurado un sistema de entradas programadas que lleva activo desde septiembre, con un límite diario de 20.000 visitantes. Sin embargo, las medidas no son suficientes. El volumen de personas que recibe está dañando un patrimonio que ya se encuentra degradado por el tiempo, a lo que además se le agrega algunas obras llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Atenas que han degradado aún más el lugar. Por ejemplo, se instaló una caminería de hormigón para el paso de los turistas, sepultando la piedra original de la Acrópolis. Para muchos amantes del arte y organizaciones, como World Heritage Watch, esto es un absoluto pecado.