Fundado en 1910

Comedor del Palacio Bucarelli

Abre al público el palacio sevillano con la historia más fascinante y desconocida

Tras la fachada de una casa palacio, imponente y sobria, se esconden mil y una historias, que por primera vez en 400 años podrán ser escuchadas in situ

El último de los grandes palacios de la capital andaluza en abrir sus puertas al público es también uno de los que atesora las historias más fascinantes y desconocidas y sin duda el que mejor refleja la presencia y la huella de España en geografías tan distantes como la de Alaska, California, Malvinas o Polinesia. Tras la fachada más larga de una casa palacio sevillana, imponente y sobria, se esconden mil y una historias y anécdotas que por primera vez en 400 años podrán ser escuchadas in situ por el público en general. Además de su soberbia arquitectura y su pedigrí, una de las peculiaridades del Palacio Bucarelli es que en esos cuatro siglos ha permanecido en manos de la misma familia, la familia que lo mandó construir y que, 14 catorce generaciones después, sigue habitándolo. «Abrirlo al público es nuestra manera de difundir una historia de la que nos sentimos muy orgullosos», señala a El Debate, Ana Rosa Queralt y Aragón, marquesa de Cañete, quien nos guía por sus estancias.

«Es un proyecto al que tenemos mucho cariño y es un valor muy importante para nosotros y para Sevilla. Nuestra madre, que nos dejó en 1917, fue la que nos animó con la idea y nos gusta pensar que seguimos sus pasos». En el Palacio continúa residiendo su padre y propietario, Enrique de Queralt y Chávarri, conde de Santa Coloma, y sus dos hermanos, Enrique y Pilar. Los tres han afrontado juntos, no sin grandes dosis de ilusión y esfuerzo, un proyecto que presentaron días pasados en Madrid, en el marco de Fitur, como nueva incorporación a la soberbia ruta de casa palacios sevillanos, sin duda, una de las más asombrosas de Europa.

Fachada Calle Santa Clara¡

La historia del Palacio Bucarelli se enmarca en esa Sevilla del siglo XVI, capital del mundo, sede de la Casa de Contratación, monopolio del comercio con las Indias y con el Indico, punto de llegada de las rutas entre Asia y Acapulco, el galeón de Manila. La pujanza de la ciudad atrajo a ella a Antonio María Bucarelli, comerciante florentino, que se instaló en Sevilla en 1615 y comenzó un exitoso negocio. Fue su nieto, ennoblecido por Carlos II con el título de Marqués de Vallehermoso en 1897, quien termina la construcción del Palacio, en 1700. Se trata de una de las joyas de la arquitectura civil del barroco andaluz y fue proyectado por el insigne arquitecto Pedro Romero, que también estuvo a cargo del Palacio Arzobispal y de las iglesias de la O y de El Salvador. La estructura ha permanecido tal cual fue concebida. No hay que olvidar que se trataba de una casa de comerciantes, al mismo tiempo negocio y residencia palaciega. Destaca por ello el importante apeadero, uno de los espacios preferidos de Ana Rosa Queralt, semi cubierto, con dos grandes óculos y varios arcos y columnas. Es fácil imaginarse en este espacio la llegada de carruajes y mercancías de las embarcaciones desde el puerto de Sevilla. A su lado están las caballerizas, de estilo inglés, unas de las mejores conservadas de la ciudad, junto con las del Palacio de Liria. Otro de los espacios que invitan a recrear ese tiempo rico y ya lejano de mercaderes es la logia, de inspiración italiana y hecha en cantería, que recuerda el origen italiano de la familia, y que se abre a un jardín bellísimo.

«Aquí era donde la familia exponía los objetos más valiosos que llegaban de las Indias o los animales exóticos a las clases altas, intelectuales o académicos de Sevilla, que nunca habían visto nada semejante», explica Queralt. Un lugar con mucha magia que se abre a un jardín, especialmente hermoso en primavera, con cítricos, gran variedad de rosas, arbustos, acequias, fuentes y la magnífica azulejería azul añil que encontramos en diferentes estancias del palacio.

Además de prósperos comerciantes, en el Palacio han nacido o residido insignes personajes de la historia de España con el apellido familiar. Vemos sus retratos en galerías y salones de la planta alta, cuyos ventanales se abren al precioso patio contiguo al apeadero. Antonio Bucarelli fue Teniente General de los Reales Ejércitos, Capitán General de Cuba y Virrey de La Nueva España. Realizó minuciosos informes técnicos sobre la posibilidad de comunicar los Océanos Pacífico y Atlántico, por lo que se le considera precursor del canal de Panamá, e incluso fue el primero que planteó desecar la laguna de Ciudad de México. Fundó un Montepío, un hospital de pobres y en 1771 el primer hospital psiquiátrico en el continente americano y fundó la ciudad de San Francisco. Francisco de Paula Bucarelli, Teniente General de los Reales Ejércitos, Comandante General de los Reinos de Mallorca y Andalucía, Maestrante de Sevilla, Virrey de Navarra y Capitán General del Río de La Plata. Pleiteó por las Islas Malvinas, entonces en poder de Francia, de donde viene una curiosidad toponímica relacionada con este palacio.

Jardines del Palacio

Los Bucarelli siempre han estado estrechamente unidos a la vecina Virgen de la Soledad (cuando la capilla fue destruida durante la ocupación francesa de 1810, la figura fue refugiada en el palacio), y en honor a la Virgen la principal isla de las Malvinas lleva su nombre, dada la devoción de Francisco de Paula Bucarelli por la Virgen. Otro de los retratos de la hermosa galería nos lleva a las Islas Marquesas, archipiélago en la Polinesia Francesa. Recibieron su nombre del español Álvaro de Mendaña, quien llegó a estas en 1595 llamándolas «Islas Marquesas de Mendoza» en honor al entonces virrey español de Perú, García Hurtado de Mendoza y Manríquez, marqués de Cañete.

En esta planta se encuentran asimismo el magnífico comedor, con un biombo traído de China en el Galeón de Manila, valiosos tapices y singulares tibores mexicanos, entre otros objetos que dan cuenta de la historia del palacio. Mínimamente museizado, tiene el valor añadido de ofrecer el sabor de una casa habitada, tal como lo fue en su época de esplendor y ahora.

Patio

De las muchas historias que se entrecruzan en ella cabe mencionar también el balcón del dormitorio principal de la Condesa de Santa Coloma, que, según se cree, fue el que inspiró los célebres versos del poeta sevillano Gustavo Adolfo Bécquer, «volverán las oscuras golondrinas», platónicamente enamorada de su ilustre propietaria. La hospitalidad de la familia ha acogida en su casa a visitantes ilustres, como el Príncipe Rainiero y Grace Kelly o Rita Hayworth, a su paso por Sevilla. La familia Queralt ha dado además un encaste importante a la tauromaquía, Santa Coloma, hecho del que también se da cuenta en una visita que puede realizarse con audioguías y limitarse a la planta de abajo o ambas plantas. Una parte del Palacio funciona desde 2018 con un coqueto hotel de 15 habitaciones, donde antes se encontraba un colegio, y también se organizaban eventos, pero es la primera vez en su historia, que las estancias más nobles, privadas y con más historia se abren al público. Inolvidable.