Entre los kilómetros de costa que se pueden disfrutar en la provincia de Cádiz cada verano hay algunos puntos especiales donde parar y disfrutar de un entorno paradisíaco. Uno de esos puntos es Punta Paloma, en Tarifa, una playa rodeada de una naturaleza prácticamente virgen, casi salvaje, y en la que relajarse y escapar de la civilización. Ocupan unos 2,5 kilómetros de un litoral acompañado por una línea de fina arena dorada de unos 15 metros de ancho. Lo más atractivo de este rincón costero, a unos 10 kilómetros de Tarifa, es su aspecto salvaje, las onduladas dunas que llegan casi al océano y la vegetación que salpica el entorno.