Entre las provincias de Huelva, Sevilla y Cádiz se halla la mayor maravilla biológica de la Costa de la Luz. A estas latitudes, colindantes con el Océano Atlántico, llegan millones de aves migratorias cada año, pues Doñana es zona de invernada, paso y cría de cientos de especies que sobreviven gracias a su protección. La privilegiada situación geográfica, al sur de Europa, muy cerca de África, convierte a este rincón de Andalucía en un paraíso natural con una valiosa diversidad biológica. En 1994, tras la evaluación del estado y proyección a futuros del Parque Nacional de Doñana, UNESCO procede a inscribirlo en la lista de Patrimonio Mundial.