El pueblo con más denominaciones de origen de España

Que España es un referente culinario no es nada nuevo ni desconocido. Estrechamente ligada a la cultura, la forma de vivir, el contacto social y la calidad y variedad de productos, la gastronomía hace de nuestro país una de las más reconocidas abanderadas de la dieta mediterránea, declarada Patrimonio Cultural e Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2013.

En concreto, las denominaciones de origen son el sistema utilizado en nuestro país para el reconocimiento de una calidad diferenciada e identifica un producto originario de un lugar determinado, cuya calidad o características se deben fundamental o exclusivamente a un medio geográfico particular, con los factores naturales y humanos inherentes a él, y cuyas fases de producción tienen lugar en su totalidad en la zona geográfica definida.

De todas las zonas de España que disfrutan de una o varias, hay un pueblo en concreto que destaca sobre el resto por el tener el mayor número de ellas. Situada a orillas del río Ebro y con una población de poco más de 3.500 habitantes, la localidad navarra de Mendavia puede presumir del mayor número de productos protegidos por esta figura por figuras de calidad como Denominaciones de Origen, Denominaciones Específicas o Indicaciones Geográfica Protegidas: once certificaciones en sus 78 kilómetros cuadrados.

Entre las denominaciones de origen se encuentran la del pacharán, cava, espárrago, pimiento del Piquillo de Lodosa y del aceite –el aceite europeo que se produce más al norte. En lo que se refiere a Indicaciones Geográficas Protegidas cuentan con la alcachofa de Tudela –blanca y con orificio circular–, el cordero –tanto lechal como ternasco– y la ternera de Navarra –caracterizada por su bajo nivel de grasa. Además, en Mendavia cuentan con calificaciones de Alimentos Artesanos de Navarra y Producción Ecológica de Navarra.

No es casualidad que cuente con tantas certificaciones de calidad dada su estratégica ubicación en la ribera del río Ebro, sus más de 3.000 hectáreas de regadío y sus fértiles tierras. Estas extraordinarias condiciones también han propiciado el desarrollo de un próspero sector ligado al de la producción y que es el de la transformación.

Para darlos a conocer y, mejor aún, darlos a degustar, el municipio celebra cada verano, desde hace más de dos décadas la Feria Denominaciones y Leyendas, que este año tendrá lugar los próximos 26 y 27 de julio. La celebración, más que una fiesta gastronómica, convierte al pueblo en un escenario medieval en el que se exponen todos los productos en el mercadillo, celebran exposiciones, representación teatrales y hasta se anima a los asistentes a ir vestidos de época.

Además de poder degustar la gastronomía, una visita que se precie supone disfrutar del patrimonio monumental y cultural, recorriendo los Yacimientos Arqueológicos de Castillar y Cogote del Hueco, los restos de la Ermita de la Virgen de Beraza, del siglo XVII o las casas palaciegas y blasonadas del casco histórico. Además cuenta con, la Ermita de la Virgen de Legarda, del siglo XIII, la Granja de Imaz, un monasterio del siglo XVII o una Iglesia de San Juan Bautista, del siglo XIII.