Viajar
Los Patios de Córdoba y el reto del millón de visitas
Este año urge la necesidad de actualizar un modelo de fiesta que evite la masificación y asegure la calidad del concurso
Los Patios de Córdoba, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, abren sus puertas desde este jueves hasta el próximo 12 de mayo con el reto mayúsculo de alcanzar el millón de visitas, que ya rozaron en la edición prepandémica de 2019, y la necesidad de actualizar un modelo de fiesta que evite la masificación y asegure la calidad del concurso.
En esta nueva edición del festival serán 52 recintos los que participen en el concurso que galardona cuatro categorías diferentes (arquitectura antigua, arquitectura moderna, patio singular y patio joven), mientras que otras once casas-patios también abrirán sus puertas para conformar hasta seis rutas diferentes para ofrecer al visitante un recorrido por todo el casco histórico de la ciudad.
Concretamente, los patios se concentran en las zonas de Regina-Realejo, Santa Marina-San Agustín, Judería-San Francisco, San Lorenzo, Santiago-San Pedro y San Basilio-Alcázar Viejo. Ésta última, muy cerca de la Mezquita-Catedral, se presenta un año más como el corazón del concurso y los cuidadores auguran un «gran éxito» si el tiempo acompaña.
Alegría y muchas ganas
«El concurso siempre llega con mucha alegría y muchas ganas», subraya Teresa Muñoz, que ya tiene preparado el patio de la calle San Basilio 20, y que aventura «una locura» de edición. «Lo tenemos abierto todo el año y estamos acostumbrados a que haya siempre gente de todas partes, de todos los países, pero ahora hay mucha más».
Los controladores de accesos tratan de organizar las colas y «ayudan mucho», aunque es cierto que «la gente es muy respetuosa», lo que permite a los cuidadores y propietarios «recibirlos bien y explicar lo que necesiten».
Geranios, gitanillas y petunias, que son las que «van a aguantar el sol» abundan en esta casa-patio que aguarda una sorpresa a los visitantes, la denominada 'Hoya Compacta', una planta que «cuesta mucho conseguir en Córdoba» y cuyas flores «ahora están pequeñitas» a la espera de que «abran para el concurso».
Y es que la floración es la clave para que los patios luzcan en todo su esplendor, si bien el aumento progresivo de las temperaturas cada año hace plantear un cambio de modelo si fuese necesario. «Es verdad que el calor se está adelantando y las plantas están de bajón...pero los ciclos son así e igual ahora viene otra época que caen tormentas y no viene el calor hasta junio», señala Muñoz.
Paciencia ante las colas
A la vuelta de la esquina, en la calle Duarte 2, se encuentra el ganador del pasado año en arquitectura moderna, y José Luis Luque, uno de sus cuidadores, se muestra rotundo. «Yo no cambiaría las fechas. La floración entra en primavera y más o menos en mayo es cuando están en su apogeo».
Con más de 400 plantas, esta casa-patio alberga entre más de un centenar de variedades diferentes, aunque quizá la «más espectacular» sea la llamada Reina de la Noche, cuya «flor se abre solamente en un día, en unas horas» y supone una «bomba con un olor que impregna todo el patio».
Para Luque el «gran premio» para propietarios y vecinos es «que a la gente le guste» y «disfruten del patio», aunque a los visitantes les pide «un poquito de paciencia» ante la masificación que se puede dar en la zona. «Cada vez hay más gente y se ven las ganas de venir a Córdoba», apunta ante el convencimiento, aunque difícil, de que se puede alcanzar el millón de visitas.
Un sentimiento similar que alberga Cheli Luque, del patio de San Basilio 14, que resalta la «ilusión» y «las mismas ganas de siempre» con las que los cuidadores afrontan una nueva edición del festival, cuya masificación van «capoteando bien». «La pena es que la gente que no puede apreciar lo que es en verdad un patio» y es complicado «que se aprecien los detalles y que se pueda hablar con las personas», añade.
Una ruta patrimonial por Córdoba
Las «flores típicas» como las gitanillas y los geranios «son las reinas del patio», aunque en esta casa se puede apreciar la «Medinilla Magnífica», una planta «más bien exótica porque es de Asia» y que «tarda muchísimo en abrirse». «Las plantas están en mayo en su esplendor y es el tiempo idóneo para el concurso», afirma Cheli Luque, quien no ve necesario un cambio de fechas y subraya que el festival es «más conocido gracias al Patrimonio de la Humanidad».
Y es que «Córdoba está de moda», resalta orgulloso Rafael Córdoba, propietario del patio de la calle Postrera 28, quien destaca a EFE que la mayoría de las flores de su recinto «son cuidadas de un año para otro, no son compradas».
Aunque a la ciudad «le viene bien el turismo» quizá sería necesario «modificar algo» respecto a los horarios, y plantea que los patios «abran viernes y sábado hasta las doce de la noche» ya que los cordobeses «ven las colas y se asustan y no vienen». Aún así Rafael invita a todo el mundo a pasear por Córdoba durante estos días y ver auténticos «jardines verticales», como define a su recinto.
Y es que serán once días en los que Córdoba mostrará al mundo todo su patrimonio concentrado alrededor de una fiesta de los Patios que cada año afronta el reto de ser sostenible entre el aumento del turismo, que amenaza la esencia del sello de Unesco, y un aumento progresivo y cíclico de las temperaturas que incide directamente en sus flores, seña de identidad de las casas de la ciudad.