Situada sobre un promontorio de la costa casareña entre el río Manilva y el Arroyo Camarate, se encuentra la Torre de la Sal. La torre fue ordenada construir por Carlos I a don Rodrigo Ponce de León, duque de Arcos y señor de Casares, en carta fechada el 4 de septiembre de 1528, en el lugar conocido como cala del Salto de la Mora, para la defensa de la costa contra las incursiones piratas. El duque hizo construir, además, una salina junto a la torre que, desde ese momento, pasa a denominarse Torre de la Sal. Con la venta de la sal el duque completaba el impuesto sobre el pescado, el Tigual, renta de origen musulmán que debían pagar los que lavaban, salaban y secaban el pescado en la playa de Manilva.