Entramos en la suite de 25.000 euros la noche en la que se aloja Taylor Swift en Madrid
La reciente renovación del hotel Rosewood Villa Magna ha convertido su ático en la estancia preferida de las estrellas
Desde la terraza de la suite Royal Anglada House se tiene la sensación de tener Madrid a los pies. Más de 150 metros cuadrados y unas vistas que, a mano derecha permiten ver la sierra de Guadarrama, y a la izquierda la llanura manchega. Como no hay edificios enfrente, dada la anchura del Paseo de la Castellana, la privacidad está garantizada en este espléndido aislamiento. Tampoco hay demasiados ruidos dada la altura de la novena planta del edificio, donde se ubica. Las dos suites o «houses» de este último piso, Royal Anglada y Marqués de Salamanca, fueron la guinda del pastel de la exitosa renovación del conocido hotel madrileño. Se inauguran algo más tarde que el resto del Rosewood Villa Magna, hace ahora dos años, y se concibieron pensando expresamente en ese tipo de cliente llamado en el sector VVIP (very very important people) o Super VIP que busca especial privacidad, seguridad, amplitud y espacios específicos pensados para acoger las pequeñas cortes con las que viajan: asistentes personales, escoltas, niñeras, road managers, etc…
Como es natural y hasta preceptivo entre los buenos profesionales de sectores como la hospitalidad, el hotel ni confirma ni desmiente que la estrella Taylor Swift se encuentre alojada en él, como ayer publicaron algunos medios sin citar fuentes. Tampoco hay por ahora ningún testimonio gráfico de su entrada o salida al hotel, una imagen difícil de captar, por otro lado, dado que el establecimiento cuenta con entrada subterránea de vehículos con acceso a los ascensores. En cualquier caso, el Villa Magna, dada su condición reconocida de ser uno de los mejores hoteles de ciudad de España, y la proximidad al estadio Santiago Bernabéu, donde hoy y mañana tienen lugar los conciertos de Swift, se situaba como la opción más lógica de cuantas se barajaban a la hora de hacer las quinielas de dónde se alojaría la estrella durante su estancia en Madrid.
Los clientes que suben a la novena planta son los más privilegiados de todos los huéspedes, pues se alojan bien en Royal Anglada House o en Marqués de Salamanca House. La primera, donde supuestamente se encuentra la estrella norteamericana, recibe su nombre del antiguo Palacio de Anglada, que ocupó el solar donde hoy se levanta el hotel. De estilo ecléctico, en su interior contaba con un soberbio patio que imitaba al de los Leones de la Alhambra. El palacio tenía una magnífica puerta de forja que hoy forma parte del Parque del Retiro. La otra House, prácticamente gemela aunque no tal amplia, recibe su nombre del Marqués de Salamanca, figura clave en la construcción del barrio donde se encuentra el hotel: José de Salamanca y Mayol, emprendedor, banquero y político que recibió de la Reina Isabel II el mencionado título así como el de conde de los llanos. El nombre de estas estancias no es casual y forma parte de la filosofía de la cadena hongkonesa Rosewood, que gestiona el cinco estrellas, de acercar la historia y la cultura local a sus huéspedes, en cualquier parte del mundo donde se encuentre.
Esta filosofía se traslada también aspectos como la gastronomía. El Villa Magna, que se ha hecho un hueco en materia gastronómica como ningún otro lujoso establecimiento en Madrid, ofrece meriendas, churros, calamares fritos y pinchos y su mejor restaurante, Amos, apuesta por la cocina cántabra. Esta filosofía «local», aunque los gestores del hotel sean asiáticos, los propietarios mexicanos y los responsables de la decoración australianos, también la encontraos en el interiorismo del hotel y en especial en estas magníficas suites, que han sido concebidas como residencias particulares, con numerosos guiños a esos palacetes que poblaban la Castellana. La importante colección de arte de sus houses de la novena planta refleja la tradición pictórica española del bodegón, de las goyescas, también hay numerosos libros sobre artistas españoles incluso una ilustración antigua enmarcada de un alabardero real a caballo. Tal vez alguno de estos objetos despierte la curiosidad de la megaestrella de la música.
«Como en casa»
Lo que sí parece más que probable es que se vaya a sentir muy cómoda y «como en casa». Esto es lo que más llama la atención de ambas suites, que huyen deliberadamente de la sensación de habitación de hotel, por muy lujosa que sea. Royal Anglada, de unos 250 m2 más los 150 de terraza, disponen de cocina abierta con taburetes altos, un amplio salón con chimenea y un tragaluz que aumenta la claridad, cómodos sofás, un comedor y hasta un pequeño despacho. El nivel de acabados aspira estar a la altura de las residencias privadas de quienes las habitan ocasionalmente y parece que lo consigue: suelos hechos a mano, vestidores impecables, muebles de piel, puertas lacadas, los mejores tapizados...
Si la cantante quiere oír su propia música, la suite dispone de un equipo profesional de sonido que permite disfrutarlo incluso en la amplia terraza. Y de nuevo en la magnífica terraza, concebida, como los interiores, con varios ambientes: comedor, zonas ajardinadas, salas de estar y cocina con una barbacoa profesional de altísima gama. Algo realmente poco usual en una suite en el centro de una gran ciudad europea, donde, naturalmente, el chef puede subir a cocinar. Como detalle curioso, los grifos de la cocina exterior e interior dispensan agua corriente y con gas. Para líquidos elementos algo más fuertes, el maxibar dispone de las mejores bebidas alcohólicas, desde el güisqui japones Hibiki a la ginebra hecha en Madrid Martín Sessé. De nuevo el guiño a lo local tan de moda.
Ha trascendido que Taylor Switft, durante la gira actual que le ha traído a Madrid, se ha alojado en el Hotel Ritz de Lisboa, gestionado por la cadena canadiense Four Seasons, la opción más obvia en la capital portuguesa para este tipo de clientes VIP. Un hotel de fantásticas hechuras recientemente renovado. En París, la artista se ha hospedado en el histórico Crillon, en la emblemática plaza de la Concordia, gestionado también por la cadena Rosewood, al igual que el Villa Magna. Esta circunstancia es una ventaja a favor del hotel madrileño, pues los responsables de establecimientos del mismo grupo suelen compartir información sobre pequeños detalles de este tipo de clientes para hacerles la vida aún más agradable o evitar pequeñas manías de divos de los que solían hacer gala cantantes como Madonna, quien, por ejemplo, pidió en Paris que taparan todas las lámparas del Park Hyatt.
Se desconoce si Swift tiene alguna manía y es probable que, de ser así, éstas no salgan nunca de las paredes de Royal Anglada House. La lujosa estancia, huelga decirlo, conlleva los servicios de mayordomía y su precio oscila en función de la demanda, pero se sitúa en torno a los 25.000 euros diarios. «Peccata minuta» para quien posee un patrimonio estimado por Forbes en 1.100 millones de dólares y que se encuentra en su mejor momento profesional. Está noche lo demostrará en el Bernabéu para deleite de sus fans llegados de todas partes, que han propiciado que los hoteles de Madrid cuelguen el cartel de completo con precios que nunca se habían visto en la ciudad