Fundado en 1910

Hotel The Lodge

La isla española que se ha convertido en el nuevo Capri para los ricos turistas de Nueva York

Los vuelos directos a Mallorca y la llegada de los grandes nombres del lujo, como Four Seasons, son claves para atraer a un viajero que gasta una media de 1.000 euros al día

El próximo mes de agosto vuelve a la vida uno de los hoteles de lujo más legendarios de las costas mediterráneas: el Formentor. Inaugurado en 1929, el que fuera destino de viaje de novios de una de las parejas más icónicas del siglo XX, Alberto de Mónaco y Grace Kelly, renace tras varios años de cierre y completa reforma. El mítico cinco estrellas, con uno de los mejores emplazamientos de la isla de Mallorca, en el cabo Formentor, del que toma el nombre, vuelve a escena, con un ligero retraso sobre el calendario inicial, como parte del lujoso grupo canadiense Four Seasons, propiedad de Bill Gates y del príncipe saudí Al-Waleed bin Talal. Es una de las noticias más esperadas de un verano que promete alcanzar récords históricos de ocupación y de precios en los mejores hoteles del Mare Nostrum.

Desde la pandemia, hay un tipo de turista internacional con sobrados recursos económicos, ganas de pasarlo bien en familia o con amigos que muestra una clara preferencia por el Viejo Continente, y especialmente por el Mediterráneo, a la hora del disfrutar del carpe diem imperante. Y este verano, una de sus ciudades de referencia, París, celebra los Juegos Olímpicos, por lo que se espera una mayor afluencia de viajeros de larga distancia. Vendrán a Paris y se quedarán en nuestras costas. Del mismo modo que Taylor Swift se escapó a Ibiza entre sus conciertos de Lisboa y Madrid. Los compatriotas de la cantante son especialmente bienvenidos porque permanece más días en nuestro país, aprecian mejor todo lo que España puede ofrecer y gasta considerablemente más dinero que el turista europeo. En 2023, los turistas de Estados Unidos se dejaron en nuestro país 7.800 millones de euros, lo que significa un 50% más respecto a 2022.

Hotel San Francesc

La novedad en los últimos años es que este cotizado y deseado visitante que llega de Estados Unidos ha descubierto el paraíso balear. Un elemento clave en este descubrimiento ha sido el vuelo directo de United Arlines entre Palma y Nueva York, exitosa conexión que cumple esta semana sus primeros dos años de vida y que está trayendo a la isla un tipo de turista radicalmente diferente a esos británicos y alemanes que pueblan Magaluf de descamisados con una cerveza en la mano. Según fuentes del gobierno balear, el turista de Estados Unidos se deja en la isla una media de 1.000 euros diarios. Bienvenido a Mallorca, Mister Marshall. «Ciertamente antes no venían a la isla, ahora la han descubierto y les encanta. Hay pocos destinos así en el Mediterráneo: encuentran cultura, historia, buena gastronomía, espacios naturales bien conversados, como la Tramontana, artesanía, calas, calidad de vida y un tipo de alojamiento de lujo que les fascinan». Así se expresa Virginia Irurita, fundadora y CEO de la agencia de viajes de lujo Made for Spain & Portugal, referencia indiscutible en la organización de viajes a medida para norteamericanos de alto poder adquisitivo. «He descubierto que les encantan las visitas a talleres de artesanía o los jardines, como el de Alfabia, una auténtica delicia».

Para Irurita, «no hay ningún otro destino en España con el nivel de hoteles de lujo, auténticos hotelazos, que tiene en estos momentos Mallorca». En la isla hay 65 hoteles de cinco estrellas, a los que habrá que sumar próximamente dos de los que serán sus alojamientos más cotizados: el mencionado Four Seasons, en Formentor, y el futuro Mandarin Oriental, en Punta Negra, con apertura prevista (teóricamente) para el último cuatrimestre de 2024. Esta Mallorca super exclusiva y tranquila queda opacada muchas veces por esa otra Mallorca, que, como escribió el diario The New York times el año pasado, en verano es el ejemplo de una «isla low cost, una losa del Reino Unido ubicada en el Mediterráneo».

La cara más exclusiva de la isla no tiene nada que ver con «ese Magaluf de chupito triple a un euro» del que hablaba el rotativo estadounidense. Solo que es una cara que se ve poco o incluso ni se ve. Con el «alcohol low cost» convive un magnífico sector gastronómico que cuenta con doce estrellas Michelin, producto local de calidad y un interesante y elaborado recetario más allá de la ensaimada. Y uno de los aspectos más sobresalientes, como señalaba Irurita, es su planta hotelera. Mallorca tiene algunos de los mejores hoteles de España y lo interesante es que encontramos hoteles magníficos tanto en la ciudad de Palma, como en el ámbito rural o junto a las playas. La capital ha abierto en los últimos años excelentes hoteles boutique de pequeñas dimensiones en edificios históricos, justo el tipo de alojamiento que hace las delicias de ese Mr. Marshall que deja la Quinta Avenida para venir a Europa.

Hotel Sant Francesc

En el hotel Sant Francesc, por poner un ejemplo de pequeño cinco estrellas de decoración y servicio exquisito y pareces centenarias, el huésped puede darse un baño en la piscina de su azotea mientras contempla a pocos metros los arbotantes góticos de finales del siglo XIII de la vecina iglesia. En el corazón de la Sierra de Tramuntana, paraje natural declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO, el huésped vive en las absolutas antípodas de Magaluf. Allí se encuentra el hotel Castell Son Claret. Una antigua propiedad agraria de 130 hectáreas de terreno con un imponente edificio de tan solo 43 habitaciones y con un restaurante gastronómico, Sa Clastra, con una estrella michelin capitaneado por un joven chef mallorquín. Para dar gusto al tipo de actividad que buscan sus clientes, organiza visitas a bodegas cercanas, encuentros con artesanos locales y en los meses de verano conciertos de música clásica en sus jardines. Otro de los veteranos de la isla es La Residencia, perteneciente al conglomerado LVMH, que lleva años apostando por dar visibilidad a la parte artística de la isla. Este verano acoge el colorido trabajo de Daniel Buren y según puede apreciarse en su web, el precio de las habitaciones en agosto no baja de los 3.000 euros.

Castillo San ClaretMARCO MOOG

Del actual auge del sector del lujo en la isla, sin precedentes dan cuenta tres magnificas aperturas del año pasado: Gran Hotel Son Net, un antiguo palacio de 1672 reconvertido en uno de los más sofisticados hoteles boutique de la isla; Son Bunyola, el último capricho del mediático _- y galáctico- empresario británico Richard Branson, y The Lodge, tan solo 24 habitaciones en una finca de 157 hectáreas, donde uno puede observar una antigua almazara situada en el lobby mientras hace el check-in. Los tres apartados de la bulla y con esa sensación de mediterránea sofisticación que desprende Capri y que tanto gusta en Park Avenue.