Tal y como indica el nombre del monumento y, por ende, del pueblo, es el lugar en el que nace el río Frío, que lleva su curso a lo largo de la ribera, creando un entorno rico en especies de fauna y flora. En este extremo más occidental de Granada, a unos 1300 metros sobre el nivel del mar, se encuentra uno de los lugares más privilegiados del planeta. Declarada Zona Especial de Conservación en 2015, no sólo es un lugar idílico ajeno a las prisas y el ruido.