Así es el pueblo de la Costa da Morte que ha enamorado a Ayuso

«Llegó totalmente por sorpresa, sin avisar. Solamente el Presidente (Alberto Nuñez Feijóo) sabía que venía», comenta Eduardo Parga, alcalde de Malpica a El Debate, «aunque se encontró con Miguel Tellado en el avión», añade.

Una localidad pesquera de 5.300 habitantes durante el invierno que en verano casi duplica su población. Así es la vida en Malpica, el pueblo donde el marisco sabe mejor. «La mayoría de los veraneantes son madrileños y estamos encantados. Aunque vienen desde toda España y son siempre todos bienvenidos. Malpica es un pueblo muy acogedor», explica amablemente el regidor.

Los manjares que se pueden saborear en Malpica son infinitos: camarón, lubrigante, nécoras, percebes, rodaballo, pulpo, bocarte, sardina, chinchos o jurelos, melva, santiaguiños, langosta, etc..., todos pescados y mariscos de la zona. La gastronomía es, junto a la belleza del paisaje, uno de los principales atractivos de esta localidad que atrapó a Isabel Diaz Ayuso.

La presidenta de los madrileños visitó esta localidad gallega este fin de semana en dos ocasiones. El sábado viajó a Madrid, tras haber estado el viernes en la localidad, y el lunes y el martes regresó a Galicia y disfrutó de nuevo de Malpica y sus delicias gastronómicas. Aprovechó también la escapada veraniega para saludar al alcalde durante unos minutos.

«Me comentó que le encantaba el pueblo, y que los gallegos somos muy respetuosos porque nadie durante el almuerzo en un restaurante se acercó -en un principio- a saludarla para no molestarla», explicó Eduardo Parga recordando el comentario de Isabel Díaz Ayuso. Un gesto que a la presidenta de los madrileños le desconcertó a priori.

Muy respetuosos

Un comentario que le llamó la atención al alcalde de Malpica, agradeciéndoselo cuando la propia Presidenta de Madrid le confesó que durante un momento se le pasó por la cabeza la idea de que «quizás no la hubiesen reconocido los demás comensales que estaban con ella en otras mesas del mismo restaurante». Posteriormente, cuando el encargado del local ya se fotografió con Isabel Díaz Ayuso, el resto de los allí presentes -que si que la habían reconocido- se animaron a saludarla, conscientes de que no molestaban demasiado, durante esta visita privada, a la política madrileña. De ahí el pensamiento de que «los gallegos son muy respetuosos», una conducta que tanto le agradó a la presidenta madrileña durante su viaje a Malpica de Bergantiños como para comentarla con el alcalde.

Malpica, -tal y como era su nombre original-, es un pueblo acogedor, donde gustan mucho los madrileños. El alcalde, a raíz de la polémica surgida en otro destino de la misma provincia gallega donde los veraneantes no están tan bien vistos, comenta a El Debate que eso «le parece una falta de respeto».

Entre las maravillas del pueblo de Malpica, situado en una península, está su preciosa playa, 'Area Mayor', enclavada a tiro de piedra de los bares y restaurantes del paseo marítimo. Otro atractivo destacable son las Islas Sisargas, que ofrecen una vista única en el horizonte y -existe la posibilidad de visitarlas en ocasiones de buena mar- son además el perfecto refugio de aves marinas y gaviotas. Y el Faro de Punta Nariga, el faro más moderno de Galicia, construido en 1995 y diseñado por César Portela. Un enclave casi mágico, que la propia Ayuso quiso visitar durante esta escapada gallega.

Malpica también es kilómetro cero para los caminantes del camino, no del Camino de Santiago, pero sí del camino donde arranca la Ruta de los Faros, una ruta que termina en Finisterre y recorre unos 200 kilómetros. Una ruta muy popular por la belleza singular de los paisajes de la Costa da Morte.

Pero por encima de todo, Malpica de Bergantiños es un pueblo pesquero, donde sus fachadas del viejo puerto pintadas a juego con los colores de las lanchas allí amarradas dibujan un decorado único. La sabiduría de sus habitantes, la gastronomía y el clima con temperaturas suaves convierten a este municipio gallego en un destino muy deseado por los turistas y veraneantes. «Los asumimos de buen grado porque dan beneficio a la hostelería de aquí; aunque, también incrementen el gasto municipal, como es lógico. Más población en verano, más gasto para el Ayuntamiento», señala su alcalde, orgulloso de su hospitalidad, a El Debate.