Para los que se queden con ganas de más, están las ruinas del monasterio de Santa María de Rioseco. A tan solo unos pocos kilómetros de Tobera se encuentran los restos del que fue uno de los monasterios cistercienses más importante de Burgos. Resaltan las bellas bóvedas de crucería de la iglesia y parte del claustro renacentista. Hoy, Iglesia, municipio, asociaciones y voluntariado trabajan en la restauración del Monasterio.