De Frank Sinatra a Julio Iglesias, la historia detrás del hotel Pierre de Acapulco que conquistó a la jet set

Cae la tarde desde el balcón del hotel Pierre Acapulco, frente a la playa de Revolcadero en la Riviera Diamante. Con una margarita en mano, viajamos al pasado para descubrir la historia de un complejo rodeado de jardines tropicales, palmeras y limoneros, donde se alojaron estrellas de cine y la canción y políticos. El Pacífico se dibuja en el horizonte.

En el origen de este hotel hay que contextualizar la figura del magnate petrolero y filántropo Jean Paul Getty. En 1950 se le antojó construir un coqueto complejo en Acapulco como su retiro personal de vacaciones. En aquel momento era uno de los hombres más ricos del mundo. Su diseño estuvo a cargo de Samuel Marx y de los jardines se encargó Luis Barragán, gran arquitecto del siglo XX.

El 1957, abrió lo que era su casa como hotel Pierre Marqués, filial del hotel Pierre que había comprado en Nueva York, con 144 habitaciones y suites. Para la inauguración llegaron Mike Todd con Elizabeth Taylor, Eddie Fisher con Debby Reynolds, Mario Moreno y cientos de personalidades. Debido a su gran aceptación, a los pocos años se añadió una torre con 190 habitaciones.

Se creó con la filosofía de que un buen hotel debe ser administrado de la misma manera que una casa privada. El gerente es el anfitrión y los clientes son sus invitados, al grado que en algunos lugares del hotel, a la vista de los empleados colocaba letreros en los que se leía: «Estás atendiendo a su majestad, el cliente».

Escenario de película

En 1958, en el hotel Pierre se filmó la película Sube y Baja, protagonizada por el gran actor cómico mexicano Mario Moreno, conocido como Cantinflas. México vivía su época de oro del cine, con Acapulco como escenario de más de 150 películas, entre la década de los 40 y los 60. Entre ellas La Dama de Shanghái, de Orson Welles; Tarzán y las sirenas, de Robert Florey y La joven, de Luis Buñuel. «Todavía algunos acapulqueños suspiran por aquella mañana de 1947 en la que desembarcó en la playa de Puerto Marqués la actriz Rita Hayworth, la mujer ‘más deseada del mundo’, con su esposo Orson Welles para filmar La dama de Shanghái», rememora el periodista y escritor Francisco Cruz. En la década de 1960, Elvis Presley filmó en el puerto mexicano la película Fun in Acapulco.

En la Perla del Pacífico también desembarcaban las estrellas para broncearse y codearse con artistas, políticos, reyes y príncipes. La Reina Isabel II visitó Acapulco en 1983 y la afamada cocinera mexicana Susana Palazuelos preparó un majestuoso banquete en el fuerte de San Diego.

En el hotel Pierre se alojaron Frank Sinatra, Elizabeth Taylor o Anthony Hopkins. También John F. Kennedy, quien por cierto pasó en 1953 su luna de miel en el hotel Princess de Acapulco con su esposa Jackie. Posteriormente, también se refugiaron allí Julio Iglesias, Brad Pitt, Luis Miguel o Plácido Domingo.

En Acapulco, encontraban diversión hasta el amanecer y curiosas tradiciones cómo contemplar a los clavadistas del risco de La Quebrada saltar al mar desde una altura de 45 metros. Una práctica que se mantiene a día de hoy y atrae a numerosos turistas.

Getty vendió el hotel Pierre en 1975 a Daniel Ludwig, otro multimillonario, quien ya era el dueño del Acapulco Princess. Los hoteles pasaron por varios propietarios y cadenas como Fairmont. Actualmente ambos son propiedad de Mundo Imperial, junto a un tercer hotel llamado Palacio, en manos del empresario mexicano Juan Antonio Hernández.

En el año 2000 se inició la remodelación del hotel con una inversión en mejoras de más de 30 millones de dólares. Se remodelaron habitaciones, el lobby, áreas comunes, el bar Pierre y el restaurante Tabachín. Ofrece una sinfonía de sabores con platos al estilo mediterráneo, degustados por personalidades como Frank Sinatra.

En el 20 aniversario del Abierto Mexicano de Tenis, Acapulco enloqueció con Rafael Nadal en el torneo siendo el campeón por segunda ocasión. Sus prácticas para el torneo las llevó a cabo en las canchas del Pierre, junto con otros jugadores como Ferrer, Wawrinka o Almagro.

Hoy el hotel Pierre conserva la esencia de los años dorados de Hollywood, actualizada con los mejores servicios y la sonrisa cálida de su equipo.