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Una familia de paseoPexels

XI Barómetro de las Familias en España

El 45 % de los jóvenes quiere formar una familia en un futuro próximo, un 20 % más que en 2021

Las familias retoman sus planes vitales después de casi dos años paralizados por la pandemia. Los jóvenes quieren construir proyectos familiares pero son conscientes de las dificultades

La Fundación The Family Watch ha publicado hoy, lunes 10 de enero, su XI Barómetro de las Familias en España, realizado por GAD3, cuyo objetivo es, según la directora general de la fundación, María José Olesti de Luna, analizar «las necesidades, preocupaciones, intereses y problemas a los que se enfrentan las familias en nuestro país para poder ayudarlas de una manera más eficaz y poder orientar los estudios destinados a mejorar la calidad de vida personal y familiar». En este estudio se abordan distintas cuestiones que afectan a las familias, como la economía, el empleo, la actual pandemia, o cuestiones educacionales, como el uso de Internet. Así, en lo que respecta a la economía, dos años después del comienzo de la pandemia las perspectivas económicas en los hogares españoles han cambiado bastante. De cara al recién comenzado 2022, las previsiones de evolución en la situación económica del país y en los hogares son más positivas que en la pasada edición, pero siguen estando alejadas de las cifras del 2018.

Formar una familia, y por tanto las ayudas que a estas pudieran llegar, siguen siendo la gran asignatura pendiente, ocho de cada diez encuestados piensan que existen dificultades a la hora de formar una familia respecto a generaciones anteriores y tan solo la mitad de los encuestados afirman que el hecho de formar una familia está bien valorado a nivel social y laboral, especialmente entre los mayores de 45 años. Para esta franja de edad, viajar, prosperar a nivel laboral e incluso formarse académicamente, son aspectos más prioritarios en la vida de los españoles que formar una familia.

XI Barómetro de las Familias en EspañaThe Family Watch

Vuelven las ganas y la ilusión

La pandemia y la crisis sanitaria ha tenido gran impacto en la sociedad, pero sobre todo en las familias y en sus miembros más vulnerables, personas dependientes, niños y ancianos. «Los datos revelan una situación compleja para todos. Hemos aprendido mucho de esta crisis como sociedad, y ahora los individuos han retomado sus planes vitales que se frenaron en seco hace casi dos años», afirma Sara Morais, directora general de GAD3.

El 46 % de los jóvenes menores de 45 tienen ganas de formar una familia en un horizonte temporal a medio-largo plazo. La cifra es similar a la que era antes de la pandemia, si bien el año pasado era un 26 %. Son conscientes de que existen más dificultades que en generaciones anteriores, pero también que ha habido grandes avances a nivel institucional y empresarial en cuanto a conciliación laboral y familiar. «Ha caído la natalidad y nupcialidad, porque la pandemia frenó en seco los planes vitales de todas las personas. Vuelve a haber ganas, vuelve a haber ilusión. Un cambio tan radical, de 20 puntos, es llamativo», explica Morais. Las expectativas económicas han mejorado también, lo que conlleva un mejor clima para construir un proyecto familiar.

Aumenta el consumo de ansiolíticos

Por otro lado, el COVID-19 ha dejado muchas consecuencias negativas. Entre ellas, encontramos en este estudio que un 20 % de la población ha necesitado ayuda psicológica durante este tiempo y que, en líneas generales, ha aumentado el consumo de ansiolíticos. Más de un año después de la pandemia se pueden observar importantes cambios de hábitos en España relacionados con la salud, tanto física como mental. Tres de cada cuatro encuestados afirma haber sentido preocupación por su situación y cerca del 65 % se han sentido más angustiados e irritables en el último año. Además, seis de cada diez entrevistados han sufrido alteraciones del sueño.

Los más afectados en su salud mental por la crisis sanitaria han sido los menores de 30 años, entre los que un 35 % ha tenido que acudir al psicólogo. Entre los más jóvenes el consumo de ansiolíticos se encuentra en la media del resto de grupos de edad encuestados. Sin embargo, el que sí ha aumentado ha sido el de alcohol, seguramente como forma de evasión, al igual que el uso excesivo de internet y las redes sociales también como método de desconexión.

XI Barómetro de las Familias en EspañaThe Family Watch

El impacto de internet

El ámbito digital y cómo las familias se enfrentan a esta parte de sus vidas es otra de las cuestiones que más preocupan. Así, sobre el uso de los teléfonos móviles, el 35% de los entrevistados con hijos menores de edad afirman haber comprado un móvil a sus hijos y la edad media para hacerlo es a los 12 años. Aun así, una cuarta parte lo hicieron antes de que sus hijos cumplieran los 12 años, y tan sólo un 1 % lo hizo cuando sus hijos habían pasado los 15 años. Unas cifras que no invitan precisamente al optimismo, puesto que como bien dicen numerosos expertos, el móvil es un elemento que implica gran responsabilidad en su uso.

Las redes sociales están estrechamente ligadas al uso de teléfonos móviles, especialmente entre adolescentes. Sus padres reconocen grandes riesgos en el uso excesivo de redes sociales, destacando la exposición de su imagen y la exposición ante insultos e injurias (cyberbullying), seguido de la incapacidad para filtrar contenidos inapropiados y los posibles cambios en la autoestima derivados de la idealización percibida en perfiles de influencers. Los padres de adolescentes se reconocen como los principales responsables en el impacto que las redes sociales pueden tener en sus hijos.

Blindar contenido digital inapropiado

Sobre las consecuencias de un excesivo e inadecuado uso de Internet, el 85 % de los entrevistados ve con buenos ojos aumentar la regularización sobre la publicidad con menores. En España preocupa mucho la imagen que se da de los menores en televisión y redes y la influencia que esto puede tener en nuevas generaciones. Cerca del 80 % de los encuestados cree también que la publicidad muestra a preadolescentes con actitudes adultas y el 72 % cree que se da una imagen sexualizada de los preadolescentes.

Una medida clave para el 77 % de las familias que han formado parte de la investigación sería que al contratar una línea de Internet, esta venga, por defecto, con limitación de acceso a determinados contenidos, (pornografía, juegos online, etc.), algo que desde The Family Watch han solicitado tanto a operadores como partidos políticos desde hace años. En palabras de Sara Morais: «A raíz del confinamiento se ha disparado la percepción de consumo de pornografía. Regular el acceso a este contenido en los más jóvenes ha de contar con aliados naturales como las empresas de internet, las redes sociales y las plataformas de contenido digital».