Seguridad en la red
Qué hacer si tu hijo acosa en internet a otros niños: síntomas y soluciones
El ciberacoso es un fenómeno cada más habitual entre los más pequeños. Identificarlo y prevenirlo puede llegar a ser muy complicado, por lo que hay que estar atento a las señales de alarma
El ciberacoso se ha convertido en un fenómeno tristemente más habitual entre los más pequeños. El uso cada vez mayor de la tecnología para conectar con otras personas tiene numerosas ventajas, pero también ha aumentado el riesgo de que los menores sufran problemas sociales, como acoso el mundo digital.
En el año 2019, un estudio publicado por el Nacional Center for Education Statistics concluía que alrededor de 16 % de los niños de entre 9 y 12 años habían sido víctimas de algún tipo de ciberacoso en internet. Ante estos alarmantes datos es fundamental que los padres detecten las señales que indican que sus hijos podrían estar implicados. Desde Qustodio, una aplicación para el control parental de la tecnología fundada en 2012 por tres amigos expertos en ciberseguridad, la psicóloga infantil Nicole Beurkens ofrece algunas claves sobre por qué participan los menores en el ciberbullying, las señales de que un niño es un ciberacosador y qué hacer si es así.
¿Por qué participan?
–Por falta de habilidades sociales. Muchos ciberacosadores adoptan una actitud vengativa cuando tienen problemas para establecer relaciones duraderas en el colegio. Aquellos alumnos a los que les cuesta más hacer amigos tienen más probabilidades de agredir a otros niños en internet.
–Antecedentes de acoso escolar. En algunos casos, las víctimas de acoso justifican su comportamiento porque ellas mismas han sido agredidas o han sufrido acoso en el pasado.
–Sensación de impunidad. Internet garantiza el anonimato de los ciberacosadores, que suelen recurrir en muchas ocasiones a cuentas alternativas para ocultar su identidad. La falta de impunidad incita a cometer acciones incluso más graves.
–Falta de supervisión. Los padres, en el trajín del día a día, no tienen tiempo para estar encima de sus hijos analizando su actividad en internet o minimizan su importancia. Supervisar la actividad de los menores en internet es una labor fundamental de los progenitores, sobre todo, en los más pequeños. Una buena manera de llevar a cabo esta vigilancia es a través de aplicaciones de control parental.
–Necesidad de llamar la atención u obtener la aprobación de sus compañeros. Una de las maneras de conseguirlo es difundir rumores o burlas sobre otros niños.
Señales de que un niño es un ciberacosador
–Pueden mostrarse más reticentes a hablar de su actividad digital, sobre todo, de las personas con las que se relacionan en internet.
–Suelen hacer uso de varias cuentas en la misma plataforma para ocultar su identidad.
–Son posibles también los síntomas asociados a la adicción a la tecnología, como aislamiento social, una mayor desatención de sus actividades diarias o una reducción de las horas de sueño.
–Cambiar de pestaña o cerrar aplicaciones cuando hay alguien cerca es otro de los indicadores. Los que presentan estos comportamientos tienen más probabilidades de estar implicados en algún tipo de ciberacoso.
¿Qué se puede hacer?
–El ejemplo es el mejor antídoto. Observando a sus padres es como los más pequeños aprenden qué comportamientos son aceptables y cuáles no. Mantener la calma puede facilitar el encontrar una solución pacífica para todos los implicados.
–Que las consecuencias queden claras. Hablar abiertamente de todo lo que puede conllevar el ciberacoso, pero sin asustarles. Este tipo de comportamientos pueden tener consecuencias legales muy serias de las que los alumnos no son conscientes. Por ello, es esencial hacerles comprender que las decisiones que toman en internet tiene una influencia directa y real en su vida.
–Encontrar los motivos. Comprender cuáles son las razones por la que el niño ciberacosa a sus compañeros ayudará a resolver el problema. Yendo a la raíz se identifican las causas subyacentes, lo que generará en mayor medida un cambio de comportamiento permanente.
–Un plan para evitar que se repita en el futuro. Han de comprender que su comportamiento ha de ser compensado y evitarlo en el futuro.
Los hábitos de los jóvenes en el entorno digital puede fomentar ámbitos muy positivos de su educación, pero pueden volverse también en su contra. El ciberacoso es complicado de identificar y prevenir. Sin embargo, prestar atención a las señales de alarma facilitará esa tarea para evitar este tipo de conductas y ayudar a los más pequeños a comportarse de manera respetuosa y responsable en internet.