Clases particulares: ¿un bien de lujo o de primera necesidad?

El 24 % de los estudiantes españoles de primaria y secundaria tienen un tutor privado extraescolar

Educación en la sombra. Este es el nombre que recibe «el conjunto de clases particulares, tutorías privadas, academia para la preparación de exámenes y, más recientemente, empresas que ofrecen todos estos servicios en línea», explica Juan Manuel Moreno, profesor titular de la facultad de Educación de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y autor del estudio Educación en la sombra en España: Cómo las clases particulares se están convirtiendo en un bien de primera necesidad, publicado en EsadeEcPol.

Solo en diez años, se ha triplicado el volumen de gasto en educación del mercado de las clases extraescolares. En 2006 significaba 246 millones de euros, mientras que en 2017 eran 732 millones. La investigación de Moreno estima por primera vez el peso de la oferta de lecciones particulares en España, a partir de la Encuesta de Presupuestos Familiares (EPF) del Instituto Nacional de Estadística.

El incremento del consumo de educación en la sombra en los hogares españoles tuvo lugar entre 2006 y 2014, años en los que la crisis económica disparó el desempleo, redujo la renta media y tuvo un impacto muy considerable en la reducción del gasto familiar, incluso en bienes de primera necesidad, como alimentación o vestimenta. A la vez, la inversión en educación pública se estaba viendo frenada.

'Shadow education'

El término anglosajón de educación en la sombra hace referencia, por un lado, a la naturaleza oculta de estas actividades –sobre todo en el aspecto fiscal– y, por otro, implica que todas ellas suponen una oferta paralela de educación.

Aunque puede funcionar como un espejo en el que se mire la educación pública de un país, se corre el riesgo también de que en vez de suplementar la labor de los colegios, esta sea suplantada. Cuando existe una cierta simbiosis entre ambas, como es en el caso de España, el sistema escolar y su buen desempeño se beneficia de las clases particulares y estas de las ineficiencias del proyecto educativo.

Calidad y equidad de la educación

Al tratarse de un sector educativo no formal y no obligatorio, de pago y que funciona fuera del horario escolar, permite emplear a un profesorado no formado con poca o ninguna formación –algo que las familias rechazarían si ocurriera en la educación formal y que el Gobierno no podría permitir puesto que es ilegal–.

El autor de esta investigación explica que el objetivo principal de la educación en la sombra es aprobar y destacar, no necesariamente aprender. «Esto no implica que no pueda contribuir también a la agenda del aprendizaje, y así es seguro en muchos casos», afirma el profesor.

¿Suplementa o suplanta?

Solo las familias con más recursos pueden permitirse invertir más en tutores privados, por lo que la expansión de las clases particulares está generando un incremento de la desigualdad en educación. «Aunque, en conjunto, los hogares más ricos concentren la mayoría del gasto, las clases media-baja y baja han aumentado su gasto en términos relativos desde 2006», explica Moreno. No obstante, la inversión que los españoles hacen en shadow education es todavía muy modesto comparado con el de otros países del resto de Europa y Asia. Por esta razón, el autor del estudio destaca que en nuestro país «no puede hablarse de que en lugar de suplementar la educación formal, esté empezando a suplantarla».

Otra manifestación de la desigualdad que genera el mercado de las clases particulares es la brecha entre las zonas urbanas y rurales. Normalmente, la oferta de estos servicios se concentra en las ciudades. «Sin embargo, en España, el crecimiento de estos servicios ha crecido con más fuerza en las zonas rurales que urbanas y donde no solo lo más ricos lo consumen», analiza Moreno.

Los núcleos familiares con mayor capacidad adquisitiva invierten en clases particulares para diferenciarse y los más pobres, para igualarse. Ante estos datos puede surgir la pregunta: ¿es necesario regular este mercado? La solución, afirma Moreno, «pasa más por contener la demanda que por frenar la oferta».

Razones por las que crece la educación en la sombra

La percepción de que la calidad de las escuelas ha bajado y hay que compensar y completar todo aquello que los colegios no pueden hacer.
Las consecuencias de la universalización de la educación secundaria, como la competición para acceder a la educación superior y a las instituciones de élite.
Las familias tienen menos hijos y ello les permite invertir más en cada uno de ellos; como además los padres tienen menos tiempo para ayudar a los niños con las tareas gastan más en clases particulares.
El valor añadido que las familias atribuyen a una personalización de la enseñanza.