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Familias Numerosas denuncia que los hijos son motivo de penalización en los procesos de selecciónPexels

Día Internacional de la Mujer

La maternidad y el embarazo siguen siendo causa de discriminación laborar para la mujer

La maternidad sigue siendo motivo de discriminación laboral para las mujeres y muy especialmente para las madres de familia numerosa, tanto a la hora de acceder a un empleo como para reincorporarse tras unos años de cuidado de los hijos. Así lo pone de manifiesto la Federación Española de Familias Numerosas con motivo del Día de la Mujer, que se celebra este 8 de marzo, una fecha en la que la FEFN reclama al Gobierno que se ponga fin al mobbing maternal, el precio que pagan en el empleo las mujeres por tener hijos.

Por su parte, la Fundación RedMadre pide a toda la sociedad trabajar unida para hacer visible este problema y, a las Administraciones Públicas elaborar políticas de apoyo a la maternidad dirigidas a remover los obstáculos que las mujeres se encuentran durante la maternidad con especiales medidas en favor de las mujeres embarazadas maltratadas.

La injusticia en la reincorporación

Según el estudio de familias numerosas realizado por la FEFN antes de la pandemia con más de 3.000 encuestas, los hijos `pesan´ en el currículum de las mujeres: 7 de cada 10 madres de familia numerosa asegura que ha tenido dificultades para acceder a un empleo por el hecho de ser mujer y tener varios hijos, una cuestión que ha complicado también la reincorporación de aquellas que dejaron un tiempo de trabajar para cuidar de los niños: más de la mitad de las que se quedaron en casa temporalmente (el 53,9 %) ha tenido difícil entrar de nuevo en el mercado de trabajo.

La federación considera muy injusta esta situación, que demuestra que, lejos de verse como un activo, los hijos son motivo de penalización en los procesos de selección cuando se trata de mujeres. Los padres también refieren dificultades para volver a un empleo tras un tiempo sin trabajar por los hijos, pero es minoritario, ya que son muy pocos los que hacen un paréntesis laboral por la familia: sólo el 14,5 % de los padres de familia numerosa han dejado de trabajar durante un tiempo por cuidado de hijos, frente al 57,6 % de las mujeres. «Y no es que los padres no quieran –destaca el presidente de Familias Numerosas, José Manuel Trigo–, pero todavía es raro que un hombre se coja una excedencia porque tampoco está bien visto en las empresas. Debe haber libertad para que lo hagan el padre o la madre, según decida cada familia, y que en ningún caso uno u otro se vea penalizado por ello, por estar unos años dedicado al cuidado de los hijos, que son un valor para toda la sociedad».

Cuidados familiares

La realidad actual es que «las labores de cuidado siguen recayendo casi en exclusiva en la mujer y eso le pasa factura: hace un trabajo que no está reconocido ni socialmente ni económicamente, no se refleja en la pensión y además dificulta su entrada en el mercado laboral, porque si estás unos años sin trabajar, después es muy difícil reengancharte, como se ve en nuestro estudio», explica el presidente de la federación, quien considera que «se tiene que equilibrar el tema de los cuidados en favor de las mujeres con una corresponsabilidad social que implique a toda la sociedad, hombres y mujeres, Administración y empresas, que pueden poner fin a esta situación, dejando de ver la maternidad como un problema dentro de las plantillas y valorando todas las competencias y habilidades que se adquieren al tener hijos». La FEFN considera que hace falta un cambio de mentalidad respecto a la maternidad y eso pasa por legislar con perspectiva de familia y que tener hijos sea considerado siempre un valor positivo para la sociedad.

El peso de la conciliación

La brecha en el tema de empleo y familia entre padres y madres es mayor en el caso de las jornadas reducidas por cuidado de hijos: según la Encuesta de Población Activa del INE de 2021, en las jornadas de trabajo a tiempo parcial por cuidado de hijos o familiares, el 94,95 % corresponden a mujeres. Esto confirma que las tareas de cuidado siguen recayendo fundamentalmente en las madres, que se ven fuera del mercado laboral con «poco o nulo reconocimiento social y económico y dificultades para volver cuando quieren hacerlo», subrayan desde la federación. Por ello, esta entidad reclama, en el marco del 8 de marzo, «que el peso de la conciliación no caiga en exclusiva sobre la mujer, sino que sea asumida por el padre y la madre, pero para poder hacerlo la Administración y el mercado laboral deben favorecer las herramientas reales y efectivas para hacerlo».