Los niños españoles son los que más tiempo pierden en WhatsApp a diario

WhatsApp es el servicio de mensajería instantánea más popular en el mundo, con 2.000 millones de usuarios, según el portal Statista. Esta aplicación, nacida en 2009, llegó para revolucionar la comunicación digital escrita, que venía del SMS –160 caracteres y 25 céntimos por mensaje–.

Según Facebook, empresa que en 2014 compró WhatsApp por cerca de 22.000 millones de dólares, diariamente se envían un total de 100.000 millones de mensajes mediante esta aplicación.

Pese a que la edad mínima para su uso son los 16 años (o contar con el permiso explícito de adultos responsables), prácticamente la totalidad de los menores que tienen un smartphone a su disposición utilizan este servicio. Y de hecho, en España, WhatsApp lidera el ranking de aplicaciones de comunicación con un 52,74 % de niños activos, entre los 10 y los 18 años, según la radiografía de Qustodio sobre el comportamiento digital lo menores en WhatsApp en España, Reino Unido y Estados Unidos.

En la Gran Bretaña, este uso se reduce al 36,81 %. Muy alejado de estos valores está EE.UU., donde el porcentaje de menores que hacen uso de WhatsApp apenas alcanza el 5,2 %.

En tiempo de uso

Los adolescentes españoles pasan en la aplicación una media diaria de 44 minutos. Con respecto a los resultados de este mismo estudio pero del año 2020, estos datos suponen un incremento de casi el 42 %. Esta cifra se traduce en casi 268 horas al año redactando y escribiendo mensajes en línea.

Por grupos de edad, este estudio ha concluido que los niños de entre 16 y 18 años son los que más tiempo emplean –una media de 56 minutos diarios–. Después de ellos, los menores de 13 a 15 –43 minutos al día– y los de 10 a 12, que pierden un total de 37 minutos diarios.

Desde Qustodio, destacan que el tiempo que emplean los menores en esta plataforma no parece excesivamente alto comparado con otro tipo de aplicaciones. A diferencia de Tiktok o Instagram no ofrece entretenimiento; su única función es enviar y recibir mensajes. Quienes más conocen la red social –no solamente Qustodio, sino también IS4K, el portal del Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) dedicado a la infancia– advierten que no está exenta de peligros derivados de su mal uso.

«La app permite enviar fotografías, vídeos y audios, además de texto, por lo que el riesgo de que los menores se conviertan en víctimas del ciberbullying, sexting o grooming aumenta si tienen una cuenta sin supervisión de un adulto», explican desde Qustodio. Dado que WhatsApp facilita la mensajería en difundido, se pueden crear cadenas de retos o juegos virales que pongan en peligro la integridad física y mental de nuestros jóvenes.

Por su parte, desde el blog del INCIBE confirman que es la falsa sensación de seguridad, privacidad y confidencia que se puede generar en los chats privados lo que entraña el mayor riesgo, sin darse cuenta de que esa privacidad depende plenamente de que la otra persona decida o no compartir los mensajes con otros usuarios.