Día Internacional contra el Acoso Escolar 2022
España está entre los diez países con más casos de `bullying´ en el mundo
Nuestro país encabeza lista europea con el mayor número de casos de acoso escolar del continente. La lucha para acabar con esta plaga está en manos de los propios alumnos, los centros y las familias
Dice la Unesco que el acoso escolar afecta a uno de cada tres estudiantes en el mundo. En España, estos datos se ven agravados. Según el último informe de la ONG Bullying sin fronteras, nuestro país es el primero en la lista de naciones europeas en cuanto a casos, y a nivel mundial, se encuentra entre los diez con más incidencia de bullying.
Aunque los datos sean desmotivadores, existen señales que ayudan a prevenir, a identificar cuando se está ante un caso de acoso e incluso cuando un joven se convierte en bully (acosador), pero, primero, ¿por qué es el acoso una plaga tan grave que se extiende por los colegios?
¿Cómo ocurre?
Gabriel Dávalos, profesor de Psicología de la Universidad CEU San Pablo, explica que detrás del acoso hay «impotencia, indefensión, falta de tolerancia a la frustración...». Estas tóxicas relaciones de violencia, ya sea física, verbal o psicológico, esconden muchas y muy distintas motivaciones. En los primeros años de escolarización, sobre todo en primaria, se excluye al que es diferente. Mientras, una vez se llega a secundaria, el ganarse la aceptación del grupo o un rol de poder dentro del mismo es lo que provoca que se intimide y aparte a la presunta víctima de acoso escolar del resto.
Este fenómeno ha venido creciendo en los últimos años, no solo en número de casos sino también en sus formas. Según el último informe presentado por Mutua Madrileña y Fundación ANAR, más de 1 de cada 10 estudiantes españoles fue víctima de acoso el pasado año. Y las nuevas formas de relacionarse de los jóvenes en el entorno digital ha hecho que el bullying salga de las aulas, llegue hasta las casas de lo niños y vaya con ellos a todas partes en el bolsillo del pantalón.
Y, ¿por qué?
«Cuando se usa Internet, los niños no sienten empatía por el otro como cuando la relación es presencial», explica Loli Botía, psicopedagoga y profesora de Educación de la Universidad CEU Cardenal Herrera. La impulsividad al dar like, escribir un comentario o el sentimiento de impunidad detrás de la pantalla provoca que, en muchas ocasiones incluso sin ser plenamente conscientes, los menores se conviertan en acosadores digitales.
«Internet nos facilita la vida, pero de forma simultánea, que nuestros pequeños accedan a la red, hace que tengamos que ir educándoles en el buen uso de las redes sociales», incide Botía. La educación en valores se presenta como la medida de prevención más eficaz contra el acoso escolar y el ciberbullying. «Es importante trabajar desde edades tempranas la comprensión y el aprecio por la pluralidad y ha de hacerse con un lenguaje adecuado y comprensible», explica, por su parte, Marisa Vázquez, directora de los grados de Educación de la Universitat Abat Oliba CEU y coordinadora de 'Cuenta Conmigo', una colección de libros infantiles que explican las dificultades del aprendizaje y los trastornos del desarrollo.
Los ocho síntomas para detectar el ciberacoso en niños
- No querer ir al colegio.
- Pérdida de interés en la tecnología.
- Enfado, irritación o frustración.
- Cambios en los hábitos de sueño.
- Cambios en los hábitos alimentarios.
- Pasar más tiempo con sus padres que con sus compañeros.
- Volverse cada vez más reservado.
- Problemas de autoestima.
¿Qué se puede hacer?
«Los padres han de estar atentos y no dejarlo pasar», afirma Dávalos. La familia es una de los tres vértices para acabar con esta lacra, junto con los propios estudiantes y los centros escolares, y son parte de la solución. Vigilar las señales permite anticiparse a que acabe teniendo consecuencias sobre el buen desarrollo físico y psicológico de los más pequeños. «Hay cosas que el tiempo no cura. Esas situaciones de tristeza, de ansiedad, de depresión... pueden degenerar en un cuadro más severo en el que se deja de comer o surgen dolores de cabeza», explica el profesor de psicología.
En los centros educativos, existen protocolos obligatorios para hacer frente a los casos de acoso, pero la psicóloga pedagoga, Patricia Antonín, plantea la necesidad de reelaborarlos para adaptarlos a la realidad de cada colegio. «Es un esfuerzo indispensable. Un protocolo de elaboración propia facilita su aplicación y garantiza que se activarán procesos a la medida del centro y de su ideario, aspectos que no están tan asegurados cuando se tiene que recurrir a uno general», explica".
Frente al bullying, los profesores se ven en muchas ocasiones impotentes. Así lo denuncia la maestra Pilu Hernández, para quien «los docentes se topan con demasiados muros». Esta profesora añade que "a veces tienen miedo a destapar los casos, porque se quedan solos. Y además tienen que hacer frente a un protocolo muy denso con una burocracia que complica muchísimo el proceso”.
Decálogo de la Fundación ANAR para prevenir el bullying en las aulas:
- Permanecer atento a las señales de alerta.
- Mantener la calma.
- Hablar con los hijos sobre cómo resolver sus problemas.
- Contactar con el colegio e informar de la situación.
- Fomentar la autoestima del niño.
- Solicitar al centro escolar que impartan formación sobre el acoso escolar.
- Ayudar a poner palabras a las emociones.
- Enseñar que existen límites.
- Corregir al niño si muestra actitudes violentas.
- Sensibilizar a los niños de que han de ser solidarios ante situaciones de violencia escolar.