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Archie, en su cama del hospitalInstagram @spreadthepurplewave

La conversión de Archie, el niño de 12 años con muerte cerebral que van a desconectar

El pequeño había mostrado desde hace años gran curiosidad por la fe y había pedido a su madre la pasada Navidad poder bautizarse en el catolicismo

Archie Battersbee es un niño de 12 años que se encuentra ingresado en el hospital en estado de muerte cerebral, después de ser víctima de un reto viral de redes sociales conocido como el desafío del apagón. La decisión del hospital de desconectar al pequeño de la máquina de respiración asistida que le permite seguir viviendo fue llevada ante los tribunales por sus padres, para cuya sorpresa un juez tras otro se ha mostrado partidario de retirar el tratamiento a Archie.

La familia Battersbee, después de haber agotado todos los cauces legales para apelar la decisión de los tribunales, acudió al Comité para los Derechos de las Personas Discapacitadas de las Naciones Unidas, que emitió una enmienda para impedir la muerte del niño y darle más tiempo para su sanación. El último en pronunciarse ha sido la Corte de Apelaciones británica, que decretó que continuar con su vida no era lo mejor para el niño y agendó su desconexión para este martes 2 de agosto a las 12 horas londinenses, a la espera de una resolución de la Corte Suprema británica que todavía no ha llegado.

La batalla legal de esta familia inglesa, su fuerza y esperanza por la recuperación de Archie, ha estado apoyada en su fe. «Conozco milagros de personas que han regresado de tener muerte cerebral. Puede que no sea el mismo que era, pero si existe la posibilidad de que pueda vivir una vida feliz después de esto, quiero dársela», dijo su madre, Hollie Dance, a News Daily Compass.

Desde los 10 años Archie, antes del incidente que le llevó a quedar postrado en la cama del hospital, era un niño con una gran curiosidad por la fe católica. Había preguntado a su madre en varias ocasiones si podía bautizarse en el catolicismo, la última de ellas fue durante la pasada Navidad.

El pequeño era muy aficionado al boxeo, y cuando sus luchadores favoritos hablaban sobre su fe, Archie prestaba gran atención. También observaba a menudo cómo los feligreses iban a misa en la parroquia de la calle donde vivía.

El deseo de Archie se cumplió con la llegada de la Semana Santa, pocas semanas después de su ingreso, cuando fue bautizado en su cama del hospital el domingo de Pascua. Hollie y sus otros dos hijos, los hermanos mayores de Archie, recibieron el sacramento del Bautismo al día siguiente.